Caixabank ha presentado "el primer banco pensado para el teléfono móvil", o "como llevar la oficina bancaria en el bolsillo", según el presidente Isidro Fainé dijo a través de una pantalla durante la presentación. La entidad financiera ofrece así un producto diseñado para captar al público joven, la atractiva categoría de 'milenials', los mejores clientes del mañana.

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El planteamiento comercial es sencillo: una cuenta sin comisiones, que regala la tarjeta VISA a los nuevos clientes, que ofrece descuentos y promociones de ocio, y que forma parte de iniciativas sociales para atraer a aquellos jóvenes con inquietudes. Y la operativa es la de una aplicación, más un sistema de pago, capaz de resolver la gran mayoría de las necesidades financieras de un joven. Incluso la solicitud de un préstamo hasta los 15.000 euros, o sacar dinero en un cajero sin tarjeta.

Fainé ha destacado el valor de la confianza que genera tener detrás a una gran entidad financiera, con una iniciativa tan innovadora, que presume de ser pionera entre sus competidores globales. La diferencia con otras iniciativas está en el desarrollo de una plataforma operativa completa, algo diferente a las experiencias de transformación digital en las que están otros bancos.

Y, en clave de seguridad, permite la identificación mediante huella dactilar si el smartphone dispone de sensor o el uso de otros soportes tales como la pegatina VISA contactless que puede pegarse al móvil, o la descargable que se usa mediante NFC (se aloja en el 'wallet' de la aplicación). Estratégicamente, Caixabank intenta aprovechar que ya cuenta entre su enorme base de clientes una importante cuota de jóvenes, a quienes persigue fidelizar con esta nueva operativa.