El abogado Miguel Sandalinas, socio director del despacho Begur, con más de 35 años de experiencia como administrador concursal y experto en procesos de insolvencia, ha destacado las novedades y complejidades que introduce la nueva legislación concursal española durante el Espacio Surus en Capital Radio.
Como siempre, con Alicia Tabanera, abogada del departamento de Insolvencias de Surus; Daniel Barrientos, responsable del Departamento de Inmuebles de Surus; y Luis Vicente Muñoz, CEO de Capital Radio.
Miguel Sandalinas, experto en insolvencia, analiza los retos de la nueva ley concursal y advierte sobre sus complejidades para el tejido empresarial español.
Sandalinas recuerda cómo el panorama legislativo en materia de insolvencia ha evolucionado significativamente. "Estábamos con algunas legislaciones antiquísimas como era la quiebra y la propia ley de suspensiones de pagos, que también se había quedado muy atrás", explica el experto. La ley de 2003 supuso una revolución al unificar los procedimientos y crear los juzgados de lo Mercantil, más especializados, hasta llegar a la actual legislación de 2022.
Según el especialista, uno de los elementos más novedosos de la actual ley concursal es el concepto de "insolvencia probable", que sitúa a los administradores societarios "en un terreno un poco pantanoso".
"Hay que tener en cuenta que la ley prevé que hasta dos años antes de cuando tú preveas que puedes tener una situación de insolvencia, de alguna manera te está marcando una obligación de atacar el problema"
Esta anticipación puede resultar problemática: "Cuando una de las cosas se hacen con tanta antelación también te puedes equivocar porque prevenir situaciones económicas con dos años de antelación incorpora una intranquilidad", advierte el experto.
El dilema del pequeño empresario
Una de las mayores dificultades se presenta para las pequeñas y medianas empresas. Sandalinas pone el foco en la complejidad que supone para "un empresario de una empresita que él ha creado, su familia, que lleva toda la vida en ella, y que tiene que decidir con antelación que ha llegado su momento".
El experto ilustra las dificultades con un ejemplo del sector de la automoción: empresas que han realizado inversiones previendo el cambio al coche eléctrico y ahora enfrentan incertidumbre por posibles cambios en los plazos de implementación, lo que podría comprometer la rentabilización de dichas inversiones.
