Sindicatos y organizaciones patronales se unen por primera vez para pedir al Gobierno, grupos políticos y poderes públicos un pacto de Estado por la Industria. El objetivo es desarrollar competencias en el ámbito económico y social para desarrollar las medidas necesarias que configuren una “política industrial sostenida en el tiempo”. También el sector debe alcanzar el mandato marcado por la Unión Europea de incrementar, al menos, hasta el 20% el peso de la industria en el conjunto del PIB para el año 2020, algo que “todavía está muy lejos”, según Carlos Reinoso, director general de ASPAPEL, una de las patronales firmantes.



El sector defiende que la Industria es “la actividad que mayor solidez confiere a la economía de un país en términos de generación de riqueza, empleo y bienestar de sus ciudadanos; la que, apoyada en su potencial exportador, tiene una mayor productividad”. Sin embargo, la falta de políticas comunes y claras pasan factura al sector. Reinoso explica que los países con un tejido industrial fuerte han resistido mejor a la crisis económica: “En esta crisis se ha demostrado que los países que tenían mejor tejido industrial han aguantado mejor, un ejemplo es Alemania”.