"Whatsapp es una gran compañía y es una gran adquisición para nosotros. Alrededor de 500 millones de personas aman enviar mensajes por Whatsapp y es la aplicación que más atracción tiene jamás visto en móviles desde hace mucho tiempo". Esta explicación la daba Mark Zuckerberg en 2014 en Barcelona en el Mobile World Congress. Días antes, el 19 de febrero se anunció el acuerdo, pero que no se materializó hasta el mes de octubre.



Un acuerdo que se registró en la SEC ese mismo 19 que llevaba a la red social a desembolsar 16.000 millones de dólares. Una transacción jugosa que produjo una cascada de críticas a Zuckerberg.

Dos años antes, Zuckerberg compró Instagram por 1.000 millones de dólares. Pero la compra de Whatsapp se disparó. Por aquel entonces contaba con 465 millones de usuarios y en poco más de un año los duplicó.

Las cláusulas de la venta señalan que en el momento de formalizar la operación Facebook desembolsaba 4.000 millones de dólares, mas de 183 millones de acciones de Clase A de la red social valoradas en 12.000 millones de dólares.

Además, los empleados de Whatsapp, que por aquel entonces tan solo eran 50, serían recompensados con cerca de 46 millones de acciones de Facebook, valoradas en 3.000 millones-Eso sí, la letra pequeña especificaba que dichos títulos no se podrían vender hasta dentro de cuatro años. Una jugada redonda para todos.

Los 50 empleados si vendieran sus acciones hoy se embolsaría 165 millones de dólares, porque ahora las acciones de Facebook se han multiplicado por 18. Esos 46 millones de títulos ahora están valorados en 8 billones europeos de dólares.Un negocio de 10 para todos.