En total, 767 millones de personas vivían todavía con menos de 1,90 dólares diarios en 2013, de las que casi la mitad se encontraban en África subsahariana, según los datos del informe “La Pobreza y la Prosperidad Compartida” que ha publicado el Banco Mundial.
En términos interanuales, esta cifra supone una caída del 12% de la extrema pobreza en todo el mundo, a pesar del crecimiento más lento. Son 100 millones de personas menos que en 2012.

La caída es aún más pronunciada a largo plazo, si se compara con los casi 2.000 millones de personas pobres registradas en 1990.

El Banco Mundial, que aspira a erradicar la pobreza extrema antes de 2030, advierte que este objetivo no se alcanzará si no se abordan las desigualdades económicas. Jim Yong King, el presidente del Banco Munaial ha señalado en un comunicado "No lo lograremos salvo que hagamos que el crecimiento beneficie a los más pobres. Y, para ello, hay que tratar las fuertes desigualdades".

Los avances más importantes en la lucha contra la pobreza se han producido en China, Indonesia y la India.

En cuanto a la distribución de la prosperidad, el Banco Mundial encontró que en 34 de los 83 países analizados, se amplió la diferencia entre los ingresos de la población debido a que los ingresos del 60% más rico crecieron a un rimo más acelerado que los ingresos del 40% más pobre.

“El mensaje es claro: para poner fin a la pobreza, debemos lograr que el crecimiento beneficie a los más pobres, y una de las medidas más eficaces en ese sentido es reducir el elevado nivel de desigualdad, en particular en los países donde residen muchas personas pobres”, señaló el presidente del Grupo del Banco Mundial.