En nuestra mesa de análisis del mundo de las dos ruedas dirigida por Eduardo Castillo hemos contado con:

  • Paco Díaz, director general y fundador de Dealer Best

  • Javier Santos, director de ventas moto España y Portugal en Continental

  • José María Riaño, secretario general de Anesdor

  • Lorenzo Marín, director de marketing de Piaggio España

  • Santiago Mulas, nuevo director general de Triumph para España y Portugal

  • César Rojo, director general de KTM España, presidente de Anesdor




El estado de la industria del motociclismo se encuentra en una dinámica con retos y desafíos. El 2016 ha sido un año muy bueno respecto a las previsiones de crecimiento pero enmascara la realidad de la media de antigüedad de más de 14 años, un hecho muy preocupante en cuanto a emisiones y seguridad. El principal reto para el 2017 será la renovación del parqué de la que se demanda pero con el apoyo de la industria desde dentro y del ecosistema regulador desde fuera. Movilidad, seguridad urbana y gestión del tráfico es clave para entender su crecimiento, además del papel de una tecnología que está marcando las pautas de desarrollo del negocio de las dos ruedas.

Otro reto de gran importancia en la industria consiste en recibir a un público nuevo, "todas aquellas personas que no son verdaderamente amantes del mundo de la moto y se aproximan al sector desde el punto de vista del uso y de la dificultad que atañe en la circulación con los coches", afirma Paco Díaz desde Dealer Best. Es esencial llevar a cabo un proceso de concienciación para incrementar el uso de la moto ya que es todavía visto como un elemento extraño. ¿Sus ventajas? Mayor facilidad de la movilidad en forma de reducción de la congestión, ahorro del tiempo o facilidad de aparcamiento.

La adquisición de una moto en un entorno familiar no es una compra de la importancia económica de un coche y la decisión de la compra se toma de forma consensuada. La moto es más vulnerable pero la actitud como usuario juega un papel decisivo en el riesgo a asumir. Además, se integran cada vez más modos de transporte con mayor proporción de motos y bicicletas con una clara tendencia de reducción de accidentes.

Ha habido una evolución y unas medidas regulatorias que han afectado al mundo del ciclomotor en España, con un nicho que se ha visto reducido a alrededor de las 15 mil unidades al año cuando ha sido un mercado de más de 150 mil; todo ello como consecuencia del aumento de la edad permitida para el acceso al ciclomotor.