Las ventas de Nestlé se ralentizan en el primer semestre del año como consecuencia de la deflación. El volumen de la compañía se sitúa en un 3,5%, un dato inferior a lo estimado por los analistas que situaba las ventas de la empresa de alimentación en el 3,8%.
Es el peor dato de la suiza en 7 años y se debe principalmente a la bajada de precios y la volatilidad de las divisas. El beneficio neto de la compañía desciende a los 4.270 millones de dólares, por debajo de los 4.740 millones de dólares esperados.
Desde Nestlé, confirman sus perspectivas para 2016 y esperan que el crecimiento de sus ventas mejore para el resto del año, a pesar del peor dato en los precios desde 2009. El objetivo para la europea es alcanzar un crecimiento orgánico similar al 4,2% de 2015, así como una mejora a largo plazo de entre un 5 y un 6% en cuanto a volumen de ventas.
La estrategia de la compañía es potenciar sus productos frescos y saludables promovidos por la alta demanda. El gigante de la alimentación anunció en mayo sus planes para mejorar el margen de beneficio en 2 puntos porcentuales de cara a 2019 mediante el ahorro de costes. Un plan que empezó a ver sus frutos en el primer semestre del año, cuando el margen de beneficio de la compañía aumentó un 15,3% con respecto al 15% del año anterior.
Por mercados, la compañía cosecha buenos resultados en Estados Unidos, el Sudeste Aiático y América Latina, pero se enfrenta a su mayor reto en China. Su crecimiento en países emergentes ha sido de 5.4%, ligeramente inferior al 5.6% del primer trimestre. En general, los precios fuera de América Latina son especialmente débiles.
Los resultados de Nestlé se oponen a sus principales rivales como Unilever o Danone, que mejoran sus estimaciones de crecimiento.
Los bajos precios amargan las cuentas de Nestlé
Guardar
