EEUU se vuelca en las body cameras. Una reciente serie de sucesos en los que distintos policías han disparado a civiles desarmados ha aumentado la preocupación por equipar a los oficiales de patrulla con cámaras corporales.

El interés por estas cámaras ha crecido enormemente entre los departamentos policiales de EEUU, según una encuesta de Reuters realizada a 20 de ellos. Estos dispositivos servirían para grabar en todo momento lo que hacen los policías, lo cual, probablemente, haría que muchos de ellos se lo pensasen dos veces antes de apuntar con la pistola. En caso de que ocurriese cualquier altercado, las grabaciones aportarían las pruebas necesarias para justificar, o no, el modo de actuar de los oficiales.

No obstante, aunque 16 departamentos ya han equipado a algunos de sus oficiales, o planean hacerlo, ninguno ha sido capaz de abastecer a todos sus miembros. Resulta difícil obtener estas cámaras debido a la escasez de presupuestos. Muchos departamentos de policía todavía se están recuperando de los recortes y no esperan llegar a los niveles de financiación que existían antes de la crisis económica, al menos no hasta el año 2018.

Hasta ahora, las ayudas del gobierno federal han ayudado a que esta situación progrese un poco. A raíz del suceso ocurrido en Ferguson el año pasado, en el que un policía disparó de muerte a un adolescente sospechoso de un robo, el presidente Obama anunció en diciembre una ayuda de 75 millones de dólares para adquirir 50.000 cámaras corporales, aunque esto se ha quedado estancado debido a la falta de actividad en el Congreso.

Existen distintas compañías que en la actualidad ofrecen estos productos. Las dos principales opciones son Vievu, una firma privada de Seattle y Taser, de Arizona. Sin embargo, estas cámaras tienen un problema: el coste. Por suerte, la competencia entre estos dos principales vendedores ha hecho que los precios de sus productos desciendan. En concreto, los dispositivos utilizados por el departamento de Rialto, California, se han situado entre los 300 y los 400 dólares. No obstante, los gastos pueden aumentar en el almacenamiento y la gestión de los datos que generan. Cabe señalar que ambas empresas ofrecen sistemas de almacenamiento basados en la nube por una cuota de suscripción mensual.

Digital Ally es otra de las empresas que fabrican estos dispositivos. Vende cámaras wearable y para el salpicadero de los coches, así como un sistema de vídeo linterna. También tenemos a Wolfcom, en California. Su sistema 3rd Eye será adoptado por el departamento policial de Azle, Texas. Estas cámaras serán financiadas gracias a una subvención de 6.000 dólares otorgada por el Departamento de Transporte de este mismo estado.

Rick Smith, CEO de Taser, afirma que es preferible gastar un poco más ahora en las cámaras para ahorrarnos juicios en el futuro.