Miguel Canales, responsable de formación y prevención de riesgos laborales en CEPYME, abordó los avances y desafíos del sistema de formación en España. En sus palabras, “estamos en una etapa de transformación profunda, marcada sobre todo por la digitalización y también la modelización de la propia formación profesional y el aprendizaje continuo”.
Miguel Canales Cepyme: "Solamente un 20% de las empresas utilizan su cuota de bonificación”
Uno de los hitos recientes ha sido la aprobación de la Ley Orgánica 3/2022, que según Canales “fue consensuada con los interlocutores sociales y tuvo mucho apoyo parlamentario”, lo que ha permitido “una muy buena base para el desarrollo de la formación profesional”.
Canales destacó que “en este curso tenemos ya más de 1.200.000 estudiantes en formación profesional”, lo que representa “un incremento de un 4% respecto del curso pasado y aproximadamente un 30% respecto al año 2018”. Además, subrayó que “los grados superiores de formación profesional tienen unas altísimas tasas de inserción, en algunos casos superiores al 70%”.
Fin del estigma de la FP
Sobre la percepción social de la FP, afirmó que “se está perdiendo esa menor valoración que tenía la formación profesional, sobre todo si la comparamos con la formación universitaria”. Añadió que “la formación profesional en este momento está en una absoluta vanguardia”, con alta demanda en sectores como “sanidad, enfermería, atención a personas dependientes, digitalización, TIC, ciberseguridad, electricidad, electrónica, administración, marketing y negocios digitales”.
Microcredenciales y formación adaptada
Canales resaltó el papel de las microcredenciales como herramienta clave: “sirve muy bien para adaptar las necesidades del tejido industrial a las competencias que los alumnos adquieren”. También mencionó que “más del 60% de los adultos han participado en algún curso online en el último año”, lo que refleja una tendencia creciente hacia el aprendizaje flexible.
A pesar de los avances, persisten retos importantes. “Casi el 43% de las empresas manifiestan claramente que tienen dificultades para encontrar las personas que necesitan para incorporarlas a la plantilla”, señaló. Las causas incluyen “la demografía, el envejecimiento de la población” y “el marco geográfico”, que dificulta la expansión empresarial en ciertas regiones.
Coordinación institucional: un acuerdo estratégico
Respecto al acuerdo bipartito entre ministerios y agentes sociales, Canales explicó que “las necesidades del sistema formativo no entienden de que haya competencias divididas entre ministerios, son las que son y eso hay que abordarlo de una manera coordinada”. Este acuerdo busca “recuperar el valor estratégico de la formación” y “coordinar adecuadamente la labor de los ministerios de Trabajo, Educación y Universidades”.
Los centros de referencia nacional “actúan como modelo, donde se experimentan nuevas tecnologías, contenidos y formas de formar”. Además, las comisiones paritarias sectoriales “son un poco columna vertebral del sistema de formación”, ya que “detectan cuáles son las necesidades de formación que va a haber y dan las señales al sistema para que se puedan cubrir”.
Bonificaciones infrautilizadas
Un dato preocupante que compartió fue que “solamente un 20% de las empresas utilizan su cuota de bonificación” para formación. En el caso de las microempresas, “solo un 15% lo utiliza”, lo que evidencia que “no estamos abordando todavía la formación con el valor estratégico que realmente tiene”.
