En el cuarto trimestre los números rojos de Microsoft se han visto lastrados en gran parte por cargos relativos a su negocio de telefonía móvil de Nokia,  a despidos de personal y a la débil demanda  de sus sistema operativo Windows.

La compañía ha tenido que realizar unas provisiones de 7.500 millones de dólares, relacionada con la reestructuración de su negocio de telefonía móvil. Las ventas de Windows a fabricantes de ordenadores para su instalación en PCs cayeron un 22% en el trimestre. La firma tiene previsto lanzar Windows 10 a finales de julio, lanzamiento muy esperado tras la fría acogida del Windows 8.

Además han pesado los gastos de despidos de personal. Microsoft anunció este mes el despido de 7.800 empleados, casi un 7% de su fuerza laboral, principalmente en el sector de hardware telefónico.

Los ingresos de su negocio en la nube subieron un 96%, excluyendo el impacto de un dólar fuerte.

La firma ha presentado una pérdida neta de 40 centavos por acción. Sin tener en cuenta los gastos extraordinarios, los costes de reestructuración y otros asuntos, los beneficios por acción aumentaron a 62 centavos de dólar por acción, frente a los 56 de un año antes.

Las acciones de Microsoft han bajado cerca de un 4% en el mercado fuera de hora.