Facebook podría batir pronto una nueva cifra récord. Pero, en este caso, no hablamos de sus ganancias, sino de la mayor multa jamás impuesta a una compañía tecnológica. El escándalo de robo de datos de Cambridge Analytica podría costarle mucho más de 22,5 millones de dólares, que es lo que pagó Google en el año 2012 por espiar a usuarios del buscador Safari a través de sus cookies. Hasta ahora, la multa más cara a una tecnológica.

Todavía no hay una cifra oficial sobre la mesa, según publica el Washington Post. Pero la Comisión Federal del Comercio de EEUU le exige a la compañía de Zuckerberg que pague el pato por haber puesto en riesgo la información personal de sus usuarios. Para más inri, también le achaca el no haber sido capaz de poner fin a otros males, como el aumento de los discursos de odio en la red social y la propagación de informaciones falsas.



La investigación a Facebook comenzó en marzo del año pasado después de que la consultora Cambridge Analytica lograse acceder a los datos de 87 millones de usuarios de la red social de forma no controlada. Es decir, que esos usuarios nunca dieron permiso para que esos datos recopilados pudiesen utilizarse con fines comerciales o políticos.

Lo que la investigación plantea es si Facebook violó el acuerdo firmado en 2011 con la Comisión Federal de Comercio en el que se comprometía a mejorar sus prácticas de privacidad. El acuerdo estipulaba que Facebook tenía que ser más transparente y notificar a los usuarios de forma más clara antes de compartir datos personales con terceros. Pero Facebook mantiene que no ha violado el pacto.

La Comisión tiene la sartén por el mango y puede imponer multas abismales determinadas en parte por el número de veces que una compañía viola lo acordado. En el caso de Facebook, hablamos de una violación que se ha producido 87 millones de veces.

Así que a Mark Zuckerberg ahora no le queda otra que sentarse a negociar si acepta pagar una multa y hacer algunos cambios en sus prácticas comerciales. El castigo de la Comisión podría obligar al gigante tecnológico a someterse a controles más estrictos para asegurarse de que cumple con el acuerdo, que deberá aprobarlo un juez.

Facebook podría cruzarse de brazos y negarse a aceptar las condiciones. Pero si hiciera eso, los expertos consideran que podría perjudicar todavía más su reputación, ya que no haría más que agravar el problema.  La Comisión Federal del Comercio espera que todo esto sirva como toque de atención al resto de compañías de Silicon Valley, una especie de llamamiento para que se pongan las pilas tras años de fallos en materia de privacidad.