El sector del automóvil está cambiando y las macrofusiones también llegan al mundo del motor: los últimos en sumarse son FIAT y PSA

La industria de la automoción, de la movilidad se adapta rápido a estos cambios. El primer pasa es adaptar sus estructuras a los mismos para poder seguir compitiendo y, además, hacerlo con rentabilidad.

La posible unión de los grupos FCA y PSA va en esta dirección. La compañía resultante se convertiría en el cuarto fabricante mundial de vehículos por delante de General Motors y tan sólo por detrás del Grupo Volkswagen, de la Alianza Renault Nissan Mitsubishi y de Toyota, los únicos tres que a día de hoy superan los diez millones de unidades en sus ventas anuales.

Mercados complementarios

Aunque se trate de dos compañías europeas, el peso del mercado americano en FCA es muy importante mientras que PSA lo abandono al principio de la década de los 90, aunque hay planes para regresar y Chrysler, Jeep, dado su peso podría ser la clave para abrir el mercado a nuevas marcas.

Por otra parte en Europa donde sus operaciones podrían verse más afectadas por competencia el Grupo Volkswagen ya matricula tantos vehículos como la empresa resultante de esta unión.

España

En España Fiat no tiene planta de producción, sin embargo PSA cuenta con tres plantas, Vigo, Zaragoza y Madrid con una cuota de producción dentro de la industria de nuestro país de casi la tercera parte.

Respecto a las gamas y la orientación de las mismas, sobre todo en Europa es donde ambas compañías tendrán un mayor trabajo con el fin de repartir las oportunidades y retos que plantea el sector entre el distinto portfolio de marcas como es Peugeot, Citroën, DS, Opel, Fiat y Alfa Romeo y Jeep.

Asia

Teniendo en cuenta que el socio chino del grupo PSA, Dongfeng Motor tiene un catorce por ciento de la compañía francesa, el panorama de las alianzas en esa parte del mundo se complica bastante pero de la parte italoamericana podrían llegar acuerdo con otros fabricantes chinos como Guangzhou Automotivel o Zhejiang Geely.

Asia, pero quizás un fabricante japonés, sería la pata que le faltaría a esta nueva empresa para llegar a esos 10 millones de unidades, objetivo callado de la mayoría de la industria del automóvil.