La última noticia de Meta no ha dejado indiferente a nadie. La matriz de Facebook, Instagram o WhatsApp ha anunciado que desde el 26 de junio comenzará a utilizar los datos de sus usuarios para entrenar a su inteligencia artificial generativa. Sin embargo, pese a lo llamativo del titular, el fin de las redes sociales es utilizar a sus usuarios como producto. Una práctica que llevan aplicando desde que surgieron. Desde que en noviembre de 2022 Chat GPT apareció en nuestras vidas, la Inteligencia Artificial es el perejil de todas las salsas. Ha sido el germen de decenas de polémicas como la que ahora protagoniza Meta.

La polémica IA: Meta protagoniza el último escándalo

La matriz de Facebook se plantea utilizar publicaciones de sus usuarios para entrenar a su inteligencia artificial

La polémica Inteligencia Artificial

Desde el primer momento, su uso en las aulas ha generado controversia. Hay quien opta por prohibirla y les hay partidarios de convivir con ella. De hecho en Nueva York ya se ha suprimido de los institutos por norma ya que perjudica el aprendizaje. En España, el Gobierno no es partidario de vetarla aunque considera que habrá que estar vigilante.

Ni que decir tiene el uso que se le ha dado para crear contenido pornográfico, una moneda que tiene dos caras, ya que mientras proliferan sitios web que generan contenido éticamente reprobable, hay iniciativas positivas, como la de la startup Bouncer Digital, que ha creado una IA para salvar a los más pequeños del contenido para adultos.

La Inteligencia Artificial convive en el filo de lo moral constantemente. Netflix ha hecho uso de la herramienta para generar secuencias presuntamente falsas en el documental ¿Qué hizo Jennifer?, sobre la asesina Jennifer Pan.

Elon Musk ha lanzado Grok, un chatbot que no tiene filtro y en palabras del magante: “está diseñado para tener un poco de sentido del humor y ama el sarcasmo”.

Y es que la IA puede esquivar incluso a la muerte. Los denominados Deadbots pueden hablar en nuestro nombre una vez pasemos a mejor vida.

Ni siquiera Estopa está libre de polémica. La portada de su último disco Estopía ha sido tendencia. Muchos seguidores les han acusado de haber utilizado IA para su diseño, algo que desde el grupo han desmentido.