El Gobierno francés ha dado los primeros pasos para cesar a CArlos Ghosn al frente de Renault mientras que ha tratado de defender la alianza con Nissan que se ha visto afectada por el escándalo. El ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, ha señalado esta mañana que Ghosn no está en condiciones de liderar la automovilística y ha pedido al consejo de Renault que se reúna en las próximas horas para establecer una estructura de gestión provisional.

Cada vez se van descubriendo más detalles sobre las acusaciones contra el todavía presidente de Nissan y de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Carlos Ghosn. Según medios nipones, una filial de Nissan gastó unos 15,5 millones de euros en viviendas para él. Ghosn se encuentra arrestado en Tokio por supuestas irregularidades fiscales.

Las transacciones habrían sido realizadas a través de una filial holandesa constituida en 2010 íntegramente por el fabricante japonés aparentemente con fines de inversión, que habría adquirido viviendas en Río de Janeiro y Beirut, según publica hoy el diario económico Nikkei. Además, según la cadena pública NHK, también se le habrían comprado casas en París y Ámsterdam.

A Carlos Ghosn se le acusa de haber ocultado parte de sus ingresos para no pagar impuestos y podría haber utilizado dinero de la compañía para fines personales. Ghosn habría dejado de declarar al regulador bursátil de Tokio cerca de 39 millones de euros de sus ingresos durante los últimos cinco años. Nissan pagó a Ghosn en el pasado ejercicio fiscal 8,5 millones de euros, lo que supone un salario récord en la empresa.

Nissan ya ha dado los primeros pasos para despedir al directivo. En un comunicado señala que han investigado durante meses posibles prácticas inapropiadas tanto de Carlos Ghosn como del director representativo Greg Kelly.

"La investigación mostró que durante muchos años tanto Ghosn como Kelly han estado presentando cantidades de compensación a la Bolsa de Valores de Tokio que eran menores que la cantidad real", señala en el comunicado. Una vez conocidos los hechos, el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa, propondrá este jueves al consejo el cese inmediato de Ghosn y de Greg Kelly.

La noticia sorprende en Japón donde Ghosn era uno de los pocos ejecutivos extranjeros bien considerados por haberle dado la vuelta a Nissan cuando estaba a punto de quebrar. Ahora la destitución de Ghosn plantea interrogantes sobre el futuro de la alianza Renault-Nissan que él mismo forjó personalmente y se comprometió a consolidar.

Nacido en Brasil, de ascendencia libanesa y ciudadano francés, comenzó su carrera en Michelin en Francia y después pasó a Renault. Se incorporó a Nissan en 1999 después de que Renault comprara una participación de control y se convirtió en su CEO en 2001.

En junio, los accionistas de Renault aprobaron la compensación de Ghosn de 7,4 millones de euros (8,45 millones de dólares) para 2017. Además, recibió 9,2 millones de euros en su último año como consejero delegado de Nissan.