Renfe ha cancelado 1.152 trenes a causa de los cuatro días de huelga convocados por el sindicato CGT para el 31 de julio, 14 de agosto, 30 de agosto y 1 de septiembre. Entre esos trenes, 477 son de media distancia, 230 son AVE y larga distancia y 445 de mercancías.

De nuevo, miles de viajeros se verán afectados en la operación salida de sus vacaciones, ya que estos paros convocados periódicamente coinciden con las fechas de mayor demanda.

El Ministerio de Fomento ha fijado servicios mínimos del 75% como máximo en las horas punta de cercanías y del 50% en las horas menos transitadas. Además, el decreto contempla un 65% de operación en trenes de media distancia, 899 trenes, un 78% en alta velocidad y larga distancia, que equivalen a 829 trenes y un 25% en trenes de mercancías.

El paro más reciente tendrá lugar a partir de este miércoles 31 de julio de 12 a 16 y de 20 a 24 horas. Esta sería la segunda huelga de servicios ferroviarios después de la jornada del 15 de julio en la que Comisiones Obreras obligó a la operadora a cancelar 320 trenes.

Para los viajeros afectados, la compañía les ofrecerá viajar en el siguiente tren con el horario más cercano posible o anular o cambiar el billete sin coste ninguno.

CGT ha tachado los servicios mínimos de "desmedidos", y ha afirmado en un comunicado que Fomento "roza la prevaricación" y que genera un gran desequilibro entre "el derecho fundamental de huelga y el derecho a la movilidad".

Con su convocatoria de huelga, que sucede a la que CCOO llevó a cabo en la operadora el pasado 15 de julio, el sindicato reclama un aumento de la plantilla de Renfe.

Además, denuncia la "imposibilidad" de cumplir el "espíritu" de la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas ante la decisión de la empresa de aplicarla diariamente, con una disminución de 17 minutos del tiempo de trabajo, en vez de forma acumulada, sumando días libres.

El Ministerio de Fomento asegura que “de no determinarse servicios mínimos, el ejercicio del derecho a la huelga originará un daño superior e innecesario para los ciudadanos” y alerta del colapso de las carreteras de acceso a las grandes capitales en caso de restringir el servicio de Cercanías o el perjuicio que se causaría a los viajeros que ha reservado con antelación billetes para las fechas en cuestión.