Repsol regresa a las ganancias tras los malos resultados del trimestre anterior, con pérdidas de 258 millones de euros. La compañía ha logrado unos beneficios de 7 millones de euros en el tercer trimestre.

La cifra supera la previsión media de los analistas, que vaticinaba unas pérdidas de 15 millones de euros entre los meses de julio y septiembre.

Sin embargo, en términos interanuales, los beneficios del tercer trimestre representan una caída del 98,7% respecto al mismo período del año 2.019.

En cuanto al acumulado anual, la empresa ostenta unas ganancias de 196 millones de euros. Si el dato se compara con los beneficios de 1.637 millones desde a enero a septiembre del 2.019, la petrolera ha visto disminuidas sus ganancias en un 88%.

Respecto a este último dato, la compañía justifica que la pandemia ha provocado una fuerte caída de los precios del crudo y del gas, que para los primeros nueve meses del año tuvo un impacto negativo en los inventarios de la compañía de -1.048 millones de euros. A ello, además, se sumó un histórico descenso de la demanda en todo el mundo.

Reducción de 882 millones de deuda

Pese al complicado entorno operativo derivado de la pandemia, la multinacional ha logrado reducir su deuda neta en 882 millones de euros, hasta situarla en 3.338 millones.

Por otro lado, en el marco del Plan de Resiliencia de la compañía, Repsol ha ha generado 2.122 millones de euros de caja operativa hasta septiembre.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, valora así los resultados: “Estamos mostrando solidez y resiliencia en un escenario sin precedentes, a la vez que ponemos en marcha proyectos innovadores para lograr un mundo más descarbonizado desplegando todas las tecnologías posibles, ya que todas las fuentes de energía son necesarias para responder a este reto de manera justa y eficaz”.

Josu Jon Imaz Repsol