Cada año se producen en España 4.400 millones de litros de bebidas refrescantes que llegan al mercado, según los datos de la propia industria, embotelladas en más de 2.000 referencias de aguas, refrescos o zumos destinados a los 38 millones de personas que los consumen en España. Todo este sector que sacia nuestra sed está concentrado en apenas 360 empresas cuya I+D+i se centra en lograr más sabor y menos calorías. Su facturación media desde 2009, de acuerdo con los datos que ofrece Insight View, ha crecido por encima del 43% hasta superar los 27 millones de euros. El sector muestra, sin embargo, un elevado riesgo de impago en su segmento de micro y pequeña empresa.



La distribución por tamaños empresariales muestra una creciente concentración de este sector, en el que ya hay un 13% de grandes empresas. Esta evolución convive con un segmento de microempresas, el 53% del total, que responde en gran medida al modelo de negocio tradicional de esta industria, donde el fabricante local estaba cerca de su principal ingrediente para no tener que transportarlo: las fuentes naturales de agua. No obstante, entre estas microempresas hay también muchas de reciente creación. Un tercio ha sido fundado después de la crisis, una muestra de que el emprendimiento también tiene cabida en un sector que trata de leer los cambios de hábitos hacia bebidas cada vez más saludables.
Esta convivencia de diversos modelos y tamaños explica, en gran medida, los riesgos de impago que se observan en el sector: el 22% de los fabricantes de refrescos están en riesgo elevado de incumplir sus pagos. Si tenemos en cuenta sólo a las grandes y medianas empresas del sector, esta bolsa se reduce al 4% de las empresas. Cataluña es la Comunidad Autónoma con más fabricantes de bebidas refrescantes, un 17% del total, seguida de Andalucía (11%), la Comunidad Valenciana (10%) y Galicia (8%).