Los fondos europeos que gestionan 2 billones de dólares en activos piden a las cementeras que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero al considerarlos perjudiciales para sus negocios.

Las gestoras se ponen más serias con los riesgos del cambio climático y exigen una transición más rápida hacia una economía más limpia. Sthephanie Pfeifer, directora ejecutiva del Grupo de Inversores Institucionales sobre el Cambio Climático, afirma que “este es, en última instancia, un tema crítico para el sector”.

Este sector es uno de los más contaminantes, produce el 7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según la Agencia Internacional de Energía, lo que se traduce en que, si fuera un país, sería el tercer mayor emisor del mundo, tras Estados Unidos y China. Pocos fondos habían pedido una transformación del sistema económico mundial que, para los científicos, es cada vez más urgente ante la situación climática que vivimos.

El año pasado, un grupo de experto de Chatham House, afirmó que no existe una fórmula que reduzca las emisiones de cemento, pero que debería poder aplicar políticas y tecnologías para lograr una descarbonización profunda.

Los fondos solicitan que estas compañías, entre las que están la irlandesa CRH, la franco suiza LafargeHolcim y la francesa St Gobain, que se sumen al acuerdo de París de 2015 para luchar contra el calentamiento global y logran cero emisiones en 2050. Señalan que hay compañías, como la alemana HeidelbergCement, que ya lo han hecho.

“Las empresas de materiales de construcción pueden arriesgarse a la desinversión y a la falta de acceso al capital, ya que un número cada vez mayor de inversores trata de excluir de sus carteras a los sectores altamente intensivos en carbono”, explica Vincent Kaufmann, director ejecutivo de la Fundación Ethos, uno de los firmantes de la solicitud, junto a Aberdeen Standard Investmentns, BNP Paribas Asset Managmente, Sarasin & Partners y Hermes EOS.