Europa empieza a estar interesante para invertir aunque eso no significa que no tengamos que estar en Estados Unidos. Es la reflexión de Álvaro Antón Luna, country head en Iberia de Aberdeen Standard Investments, que cree que “esta puede ser la década de Europa”.

Y es que existen una serie de tendencias que refuerzan esa idea. Antón Luna destaca la inversión con criterios de responsabilidad social corporativa y medioambiental, con criterios ESG, donde los europeos tienen más sensibilidad. También señala que en Europa existen empresas de tecnología potentes como son la española Amadeus o la alemana SAP o firmas de consumo importantes como Heineken, L´Oreal o Nestlé.

Además, la longevidad es más elevada en Europa y somos muy buenos en empresas de cuidados de salud. A eso se une que la pandemia del coronavirus vaya a hacer más amplia la brecha entre EEUU y China y eso va a provocar que Europa refuerce sus lazos con mercados emergentes incluida Asia y Latinoamérica.

Entrevista con Álvaro Antón Luna, Aberdeen Standard investments

El experto ofrece a los oyentes de Capital Radio pistas de inversión para centrarse en Europa y explica cuáles son sus fortalezas frente a Estados Unidos

“La diversificación es el caballo ganador”

En el contexto actual las inversiones de Aberdeen han crecido “un poco” en renta variable. Álvaro Antón Luna comenta cómo un 30% está renta fija alta calidad, 25% en renta variable de todos los países, sobre todo Europa y EEUU y algo de mercados emergentes, un 25% en fondos de retorno absoluto. 15% private market y real state. “La diversificación es el caballo ganador”, señala el experto.

Cree que “hay que olvidarse de una recuperación en V, es un sueño un deseo” es más probable el símbolo de Nike. Señala que son más pesimistas que el consenso del mercado y prevén que la economía mundial baje un -8,5% en 2020 y son algo más positivos que el consenso para 2021 cuando esperan una subida de un 9%.

En el mercado de renta fija, comenta el analista que continuarán los tipos de interés negativos y aconseja por tanto comprar renta fija corporativa que ofrezcan rentabilidad y calidad.

Hay que comprar “supervivientes de la crisis, negocios implantados y sólidos”. Es necesario centrarse en empresas fuertes aunque se pierda algo de rentabilidad.