La vuelta de vacaciones nos ha traído la remuneración de los depósitos. Al menos, algunos bancos empiezan a rentabilizar estos productos que, hasta antes de que los tipos se fueran al cero, eran una opción de ahorro para muchos inversores conservadores ahora refugiados en monetarios.

Los depósitos son un producto que por sus características y rentabilidades pueden ser muy similares a los fondos monetarios, lo que nos lleva a plantearnos ¿Cuál de estos dos productos es más interesante en el contexto actual? Lo analizamos con Fernado Luque, editor senior de Morningstar.

Principales diferencias entre un depósito y un fondo monetario

Hay que comenzar haciendo una distinción entre ambos productos. Los depósitos son un producto de ahorro, mientras que los fondos monetarios son un producto de inversión.

"La principal diferencia reside en que quien deposita su dinero en un depósito tiene un retorno garantizado, no en cambio en un monetario", explica Fernando Luque.

Las rentabilidades de los fondos monetarios varían en función de las condiciones del mercado y de los tipos de interés a corto plazo.

No obstante, advierte, "en caso de querer rescatar nuestro dinero antes del plazo fijado en un depósito, habrá que responder ante unas comisiones de rescate". Además, en lo que respecta a su fiscalidad, un fondo monetario tiene la ventaja de que no se paga por su ganancia hasta vender el producto.

Y ¿ahora? ¿Monetarios o depósitos?

Teniendo en cuenta que las rentabilidades de estos dos productos son similares, cabe meter en la ecuación la posibilidad de no asumir riesgos y cambiar los monetarios por los depósitos.

"El principal riesgo de un fondo monetario es que los tipos de interés van a variar. Sería más o menos fácil calcular su rentabilidad en los próximos doce meses, aunque es poco probable que el BCE esté quieto en los próximos meses", apunta Luque.

No obstante, si el BCE sigue subiendo los tipos, "sería interesante mantener un tiempo más nuestro dinero en monetarios antes de dar el cambio a un depósito".