Madrid, 11 de abril.- El último informe de JP Morgan Banca Privada Perspectives from Europe contradice a un grupo de participantes del mercado “que hace mucho ruido, y que ve burbujas financieras en todas partes”. Su visión de la renta fija difiere llamativamente de la mayoría de los informes publicados en los últimos meses. 

“En nuestra opinión, las valoraciones de los bonos gubernamentales reflejan tanto los cambios estructurales económicos y regulatorios llevados a cabo desde la gran crisis financiera como la implementación de un marco de política monetaria cada vez más transparente y racional por parte de los principales bancos centrales de todo el mundo,” explica Luis Artero  director de inversiones de J.P. Morgan Banca Privada en España. “En contraste, los que ven una burbuja argumentan que los bancos centrales están limitando los rendimientos de los bonos de forma artificial, lo que a su vez genera valoraciones insostenibles de los activos financieros sensibles a los tipos de interés libres de riesgo.”

Según el informe de J.P. Morgan Banca Privada, este relato de manipulación del mercado no es real. Estima que en la actualidad los rendimientos de los bonos gubernamentales de los mercados desarrollados están cerca de su valor razonable. Las valoraciones actuales de los bonos gubernamentales se basan en tres factores: la caída del tipo de referencia neutral tras la gran crisis financiera, la credibilidad de los bancos centrales y unas perspectivas de inflación global benignas, que permiten a los bancos centrales normalizar los tipos de forma gradual. Considerados de forma conjunta, estos factores sugieren que las valoraciones actuales de los bonos no andan especialmente desencaminadas, lo que contradice la idea de que los bonos experimentan “una burbuja”.

Esto no significa que los bonos gubernamentales sean inmunes a correcciones o subidas pronunciadas provocadas por la evolución del ciclo de negocio. No obstante, existe un anclaje subyacente de las valoraciones que nos permite aprovechar movimientos que consideramos excesivos, lo que también significa que no tememos excesivamente a la duración.

“Nuestro marco de distribución de activos rechaza tácitamente la teoría de que hay burbujas por todas partes, y que los tipos de interés globales son artificialmente bajos,” explica Artero. “Hasta ahora hemos mantenido infraponderación en duración, porque esperábamos una subida a medio plazo de los rendimientos, acorde con la subida cíclica del crecimiento global, pero estamos reduciendo la infraponderación ahora que los rendimientos suben hasta niveles que consideramos más cercanos a su valor razonable.”