La guerra comercial que ha emprendido Estados Unidos a través de su presidente Donald Trump ha demostrado que ya no es el enemigo temible al que nadie quiere llevar la contraria. Estados Unidos ya no es tan fuerte, ni tan fiable. Por eso sus bonos son más caros que nunca. Comprar deuda de Estados Unidos no es la garantía que otrora suponía. En esas está también el dólar. Desde hace tiempo había cierta tendencia a la desdolarización. Ahora, la corriente se ha incrementado.
En este sentido, Europa quiere que su euro, una moneda con apenas 25 años de antigüedad, sea la divisa de referencia mundial. Actualmente representa alrededor del 20% de las reservas de divisas del mundo por el 58% del dólar, según el BCE. La presidenta de la institución, Christine Lagarde, cree que el euro tiene una oportunidad para liderar el cambio: "Con las respuestas políticas adecuadas también será una oportunidad. El contexto cambiante puede abrir la puerta al euro para jugar un papel internacional".
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha señalado que el euro está ante "una oportunidad" para "jugar un papel internacional"
¿En qué se apoya el euro?
La presidenta del BCE se apoya en que el crecimiento del papel del euro permitiría a los gobiernos y empresas de la Unión Europea acceder a préstamos a un menor coste, lo cual facilitaría el crecimiento de la demanda interna. Es, en cierto modo, un ligero cambio de rumbo del conjunto del euro, que comienza a mirar a su propio ombligo. Y es que la propia Lagarde cree que el paradigma ha cambiado.
El euro “tendrá que ganarse la influencia”, según el BCE. Para ello, es clave que Europa establezca una base geopolítica sólida y creíble, así como un firme compromiso con la apertura comercial.
También, obviamente, tendrá que fortalecer la economía de la UE. Ahí, la lupa está sobre fomentar el movimiento de los mercados de capital. Lagarde cree que la clave es reformar la economía nacional. Lo cual implica completar el Mercado Único, impulsar la creación de empresas y construir la unión del ahorro y la inversión.
Los problemas de ser la divisa refugio
El mercado duda de la capacidad de cambio de un euro que, sí o sí, va a remontar terreno al dólar, pero que necesita que la política económica de Europa cambie drásticamente. Y, con tantos países en la ecuación, se antoja complicado de lograr.
Un euro que lidere las divisas, que sea el refugio mundial, se puede transformar en una pesadilla para Lagarde. En primer lugar, si el euro fuera la moneda de reserva mundial y la eurozona siguiera teniendo superávits comerciales, habría escasez de euros en todo el mundo. Es decir, se apreciaría más de lo justificado y las exportaciones se reducirían de manera drástica.
Esa apreciación de la moneda común, unido al encarecimiento del comercio global por los aranceles, serían otro golpe para los exportadores a Estados Unidos.