El municipio de Humanes, con un total de 42 polígonos industriales, se ha convertido en uno de los principales focos de acumulación de vertidos irregulares de la región. La situación, que se ha agravado en los últimos años, contrasta con la de otros municipios como Henares, Alcorcón o Móstoles, donde el problema existe en menor medida o está controlado.
La ausencia de un punto limpio municipal y la escasez de contenedores adecuados han convertido a los polígonos de Humanes en un espacio donde se acumulan residuos de todo tipo, tanto de origen industrial como doméstico. Durante años, los vecinos que realizaban reformas o necesitaban deshacerse de materiales sobrantes han utilizado los polígonos industriales como vertedero improvisado, generando un panorama desolador que perjudica la imagen y la actividad económica de la zona.
La entrada en vigor de la nueva Ley de Residuos, que endurece las sanciones y encarece la gestión de los desechos, ha complicado aún más la situación. Al carecer de alternativas viables, empresas y particulares depositan sus residuos en los contenedores existentes o en sus alrededores, provocando que estos se rompan o revienten por exceso de carga.
A ello se suma que los camiones de recogida no realizan su servicio con la frecuencia necesaria — normalmente pasan un día sí y otro no, pero esto no es siempre así llegando incluso a transcurrir dos días sin recogida—, lo que agrava la acumulación de residuos en los polígonos.
Además, cuando se trata de acumulación de residuos en las mismas calles de los Polígonos, son los propios empresarios quienes deben contratar un camión especial para su retirada. Esta obligación, sumada a la falta de regularidad en el servicio municipal, contribuye al incremento de vertidos y a la saturación de los contenedores existentes.
Desde la Asociación se insiste en la falta de actuación del Ayuntamiento de Humanes, al que corresponde supervisar, sancionar y garantizar la limpieza y vigilancia de los polígonos. Aunque dispone de Policía Municipal, esta no realiza inspecciones regulares en las zonas afectadas. Con simples visitas e identificación de los residuos —fácilmente rastreables hasta su origen— podría aplicarse la normativa y reducir drásticamente los vertidos ilegales, además de concienciar a empresas y ciudadanos sobre la correcta gestión de residuos.
El problema de los vertidos no solo afecta al medio ambiente, sino también a la imagen empresarial, la seguridad y la competitividad industrial de un municipio que, paradójicamente, es uno de los más relevantes en número de polígonos del sur de Madrid.
