El sector inmobiliario pasa por un momento dulce tras unos años de crisis. La llegada de varias Socimis al mercado bursátil ha revolucionado un mercado que, en todo caso, ya llevaba una trayectoria asecendente. En Inversión InmobiliariaMikel Echavarren, consejero delegado de la consultora IREA, medita sobre los cambios constantes en el paisaje urbano. Para Félix Abánades, presidente de Quabit Inmobiliaria, lo importante es garantizar la estabilidad del sector; no hacerlo sólo desde el punto de vista urbanístico sino de los precios del suelo para la población y "las generaciones futuras".



Abánades recuerda que "la vivienda es un sector relacionado con una necesidad humana básica". Sin embargo, no está exento de riesgos. Respecto a como manejar este tipo de inversiones, Juan Velayos, consejero delegado de Neinor Homes, es el más claro: espera un retorno de al menos un 15% antes de invertir. Echevarren centra en la capacidad de revalorización del suelo la calidad de la inversión, porque aporta mayor seguridad.



Por otra parte, Juan Velayos ha analizado las ventajas e inconvenientes de entrar en bolsa. Entre las desventajas se encuentra el vaivén de factores exógenos, teniendo especial influencia la incertidumbre que genera la situación catalana. Su empresa salió en Marzo a bolsa, y el propio Velayos se muestra satisfecho con lo logrado hasta el momento.



Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Vía Célere, dijo que su entrada a bolsa, como la de Neinor Homes, era parte de la hoja de ruta de su accionista mayoritario. A lo largo del debate ha defendido que el Banco Central Europeo subirá los tipos en unos dos años.



El entorno del sector inmobiliario, igual que el de todo lo relacionado con este tipo de inversiones, está además sufriendo grandes cambios en lo que a regulación se refiere. La nueva Ley de Transparencia y Buen Gobierno trata de proteger a los usuarios, además de obligar al cumplimiento de ciertos códigos de transparencia tanto en el apartado bursátil como en lo tocante al tipo de inversión que pueden realizar las distintas compañías. Un cambio que afecta además a los más profundo del sector, alcanzando en última instancia a los clientes más básicos, aquellos que demandan hipotecas y a los que el Ejecutivo también ha querido dar una especial protección tras los desmanes que, en los últimos años, han copado la actualidad.