La escalada de precios en la vivienda española se ha convertido en una emergencia nacional que afecta principalmente a los jóvenes y no tán jóvenes. Con un precio medio de una vivienda de segunda mano de 80 metros que alcanza los 223.000 euros —y hasta 400.000 en zonas tensionadas como Madrid o Baleares—, la situación resulta insostenible para la mayoría de españoles.

Leopoldo Torralba, director de análisis de Arcano Research, explica la raíz del problema: "En el sector inmobiliario, como la mayoría de sectores, sus precios depende de la interacción entre la oferta y la demanda. Como se han producido muy pocas casas los últimos años, pero la demanda sigue yendo al alza, al final una buena demanda, una oferta limitada, implica unos precios disparados".

Escucha la entrevista completa en el siguiente podcast de Mercado Abierto:

ENTREVISTA | ¿Cómo afrontar el problema de la vivienda?

En un momento en el que alquileres y viviendas están por las nubes, Leopoldo Torralba, de Arcano Research, nos explica qué hacer y qué no hacer para afrontar esta emergencia más allá de las demagogias políticas.

Mitos y soluciones reales

Según Torralba, algunas medidas populares como limitar los precios del alquiler resultan contraproducentes: "Si tú pones topes, haces que el propietario no pueda ganar lo suficiente. Lo que va a pasar es que los inversores probablemente y los propietarios no van a poner en alquiler sus viviendas".

A corto plazo, el experto propone aumentar la oferta mediante diferentes estrategias: "Las maneras más rápidas pueden ser, por ejemplo, la ampliación en vertical, aumentar los pisos de las casas", una técnica que ha funcionado en Nueva Zelanda. También sugiere "cambios de usos" de espacios de oficinas a viviendas y revisar normativas constructivas obsoletas.

Ejemplos internacionales: ¿son aplicables a España?

El estudio de Arcano Research analiza casos de éxito en otros países. "En Irlanda lo que hacen es gravar el suelo ocioso para obligar a sacarlo al mercado", señala Torralba. También destaca programas de colaboración público-privada donde "el Estado pone el suelo y el sector privado se dedica a construir a precios más baratos".

Canadá ha abordado la escasez de mano de obra "aumentando los permisos para trabajadores temporales", mientras que Singapur apuesta por "la construcción industrial de módulos que abarata la construcción".

Torralba concluye que resolver esta crisis habitacional "es una cuestión meramente de voluntad porque las soluciones a aplicar no son demasiado complicadas técnicamente. Es una cuestión de que se pongan de acuerdo y lo ejecuten los políticos". Una llamada a la acción urgente frente a un problema que compromete el futuro de toda una generación.