Macron o Le Pen. Francia ha decidido con sus votos llevar a la segunda vuelta al presidente en funciones y a la candidata de la extrema derecha. Los dos mismos líderes que ya se enfrentaron en 2017 lucharán por ocupar el Palacio del Elíseo el próximo 24 de abril. ¿Los populismos han aprovechado la desigualdad generada por la gestión de Macron?

Con la ayuda de Raquel García, investigadora del Real Instituto Elcano, analizamos sus principales diferencias políticas y económicas. En el siguiente podcast, puedes escuchar todas las claves de la entrevista realizada por Luis Vicente Muñoz en 'Capital, La Bolsa y La Vida'.

Entrevista a Raquel García

Recortes en las políticas públicas, aumento de la desigualdad y futuro precarizado de los jóvenes franceses. Algunos de los motivos que explican la desafección de Francia hacia su clase política y el impulso de la extrema derecha. Lo explica Raquel García, investigadora de Unión Europea y política europea de España en el Real Instituto Elcano.

Aunque los protagonistas son los mismos, el contexto electoral ha cambiado en estos cinco años. Macron ya no encabeza una candidatura nueva sin experiencia de gestión, sino que llega al cónclave electoral con el desgaste típico de gobernar una potencia europea como Francia. "Le ha granjeado movimientos de descontento social que no tenía en 2017".

Por su parte, Le Pen ha desarrollado en este lustro un proceso de "desdiablocización" para aparecer como una candidata más centrada y con menos rechazo. También para confrontar con otro líder de la extrema derecha, menos pragmático en el plano social, como es Éric Zemmour.

Así las cosas, según García, la "sorpresa" se ha producido al ver a Macron lograr una ventaja mayor sobre Le Pen que la esperada en los últimos días de campaña.

Descontento con la clase política

Una de las claves capitales de estos comicios la encontramos en la desafección mayúscula que ha experimentado la ciudadanía con sus dirigentes públicos. Como consecuencia, nos encontramos ante la "dinamitación de los partidos tradicionales". Esto son el Partido Socialista y Los Republicanos (de la familia del Partido Popular).

Por su parte, el escenario actual potencia a las candidaturas personalistas. Es el caso de Le Pen entre el electorado más escordado a la derecha, el de Mélenchon en el lado opuesto, o el del presidente Macron en las bases más centristas.

Esto abre una pregunta de futuro, como indica Raquel García: "¿Qué va a pasar cuando Macron, si es elegido, no pueda presentarse dentro de cinco años?". No considera que la representación política tradicional pueda recoger ese nicho de votos por ese descontento ya comentado.