Las canciones que triunfan en Eurovisión son suaves, con una sonoridad acústica y algo ruidosa, pero no muy alegre ni bailable. Así lo han sido normalmente desde el año 2000. Es el patrón establecido por un estudio de BBVA Data & Analytics.

Apoyándose en el sistema de ‘machine learning’ de Spotify, que analiza métricas y características de las canciones para establecer sus recomendaciones personalizadas, BBVA Data & Analytics ha analizado nueve variables de las canciones de Eurovisión de los últimos 18 años.

El informe establece que las canciones que han ganado el certamen suelen tener una sonoridad más alta que el resto, con la excepción del año pasado, cuando venció el portugués Salvador Sobral. Destaca, además el hecho de que las canciones vencedoras no tiene por qué ser un éxito en las pistas de baile o convertirse en un ‘hit’ del verano, dado su carácter poco alegre generalmente.

Y es que las canciones de Eurovisión tienden a ser cada vez más tristes y pesimistas. El estudio de BBVA Data & Analytics desvela que los temas más melancólicos han ido consiguiendo mejores resultados con el paso de los años, sobre todo después de 2008, coincidiendo con el comienzo de la crisis económica.

Dicho todo esto, y teniendo en cuenta todos los datos y variables analizados por BBVA, ¿cuáles son las favoritas para quedar en los primeros puestos en la gala de mañana sábado? La batalla final, dice el estudio, se librará entre Hungría, Irlanda, Austria, Estonia, Lituania y… ¡España!

De hecho, asegura que algunas de las que parten como favoritas, como “Toy” de Israel y “Fuego”, de Chipre, no tienen muchas posibilidades de ganar, atendiendo a los datos del estudio, porque n siguen las tendencias melódicas habituales de Eurovisión.