El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha admitido este miércoles, durante una comparecencia ante el pleno de la Eurocámara para abordar el caso Luxleaks, que hubo un "exceso de ingeniería fiscal" en Luxemburgo durante su mandato como primer ministro, pero ha asegurado que no hubo nada ilegal en los acuerdos fiscales ventajosos con multinacionales.
"La ley fiscal se respetó siempre y no hay ninguna práctica ilegal", ha sostenido Juncker ante los parlamentarios. "Probablemente hubo, al menos tengo esa impresión, un exceso de ingeniería fiscal en Luxemburgo, como en otros países", ha reconocido el ex primer ministro.
No obstante, Juncker ha resaltado que las decisiones fiscales anticipadas sobre multinacionales existen en 22 Estados miembros. "No hay una especificidad luxemburguesa, es un fenómeno ecuménico en Europa y más allá", ha apuntado. A su juicio, el hecho de que las multinacionales paguen pocos impuestos en la UE es el resultado de las divergencias entre las legislaciones nacionales. "Estamos frente a las consecuencias de la no armonización fiscal o de una armonización fiscal insuficiente en Europa", ha asegurado.
El presidente de la Comisión ha vuelto a negar que haya un "conflicto de interés" o que se trate de un caso de "Juncker contra Juncker". "La comisaria de Competencia dispone de una larga autonomía y no intervendré en su procedimiento de toma de decisiones. Si lo hago, perdería toda la autoridad en el seno de la Comisión", ha dicho. El Ejecutivo comunitario ya ha expedientado a Luxemburgo por sus acuerdos con Fiat y Amazon.
Juncker ha confirmado que impulsará los trabajos para crear una base común del impuesto de sociedades y que propondrá una directiva sobre intercambio automático de información entre los Estados miembros sobre los acuerdos fiscales con empresas. Pero ha reclamado para ello la "confianza" de la Eurocámara. "Sin su confianza no es posible", ha concluido.
Juncker admite un "exceso de ingeniería fiscal" en Luxemburgo
Guardar