El mundo de las finanzas espera con ansias la carta anual del Oráculo de Omaha. Será mañana cuando Warren Buffett haga pública su carta para los accionistas de Berkshire Hathaway y son muchas las especulaciones al respecto de su contenido. Con sus 84 años celebra su 50 aniversario al frente de la empresa y ha prometido una carta bastante más larga de lo habitual, de unas 20.000 palabras, más o menos 6.000 más de las que suelen tener. En ella podría anunciar al que vaya a ser su sucesor.


La decisión de Buffett de haber comprado una compañía alemana de accesorios de motos también levanta sospechas sobre el contenido de la carta. Se cree que pueda versar sobre las oportunidades de negocio fuera de los Estados Unidos. Además, durante el año pasado, el Oráculo de Omaha anunció la adquisición de participación en varias empresas como Duracell, la automovilística Van Tuyl y la unidad canadiense Altalink del Grupo SNC-Lavalin, cada una por un valor de unos dos mil millones de dólares. Todas ellas pertenecen ahora a un emporio de más de 80 negocios con un valor de mercado de 360.000 millones de dólares.


A lo largo de estos cincuenta años Berkshire ha pasado de ser una empresa textil en apuros a un gigante del mercado de inversiones. Todo ello gracias a la visión de Buffett. El pasado mes de septiembre llegó a los 62.000 millones de dólares en efectivo, superando en más de 40.000 millones el colchón de efectivo que le gusta tener a Buffett. Este margen podría usarlo para ir a cazar lo que él llama “elefantes”, es decir, las grandes adquisiciones y para ello quizás se alíe de nuevo con los brasileños 3G Capital. Un equipo que ha funcionado bien con anterioridad. En 2013 lograron una buena fórmula, Berkshire puso el dinero y 3G Capital el equipo directivo. Juntos se hicieron con H.J. Heinz, fabricante de la conocida salsa de tomate kétchup.


Berkshire Hathaway tiene también el 9% de Coca Cola, unos 16.000 millones de dólares, un producto con el que Buffett empezó a hacer negocios cuando tenía solo 7 años.


No solo aquellos niños, los que fueron sus primeros clientes, elegían Coca Cola, en la dieta de Buffett hay al menos cinco latas de Coca Cola diarias, tres durante el día y otras dos por la noche. El Oráculo de Omaha dice que ha decidido comer como un niño de 6 años porque según ha investigado es la edad con menor tasa de mortalidad.