"Agredir a México llevaría a enfriar las relaciones con el resto de países de Latinoamérica". Es la primera conclusión del analista y Editor del Informe Semanal de Política Exterior, Luis Esteban Manrique. Explica que Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, no cuenta con aliados entre los países de la región, aunque reconoce que "cuentan muy poco" en la política enterior de la potencia. Las mayores preocupaciones conciernen a acuerdos comerciales y, especialmente, en México, la segunda economía latinoamericana.

Este análisis llega después de que Trump reiterara anoche en la CBS su intención de construir un muro en la frontera con México y expulsar del país a los indocumentados con antecedentes penales, a quienes cifra en hasta 3 millones de personas. Si este es finalmente el planteamiento del futuro presidente, sus políticas no serían tan diferentes de las de Barack Obama, quien en 2014 proclamó medidas para expulsar a indocumentados con antecedentes. La diferencia es que, al mismo tiempo, Obama planteó frenar la deportación de cinco millones de personas, medidas contra las que Trump se opone.