Es indiscutible que vivimos en la era de los teléfonos móviles, cada vez más avanzados y con más prestaciones. Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión de nosotros mismos y sirven tanto para cuestiones laborales como personales y de ocio. Sin embargo ¿qué hay de los teléfonos fijos? ¿Qué futuro les espera?

En primer lugar, es importante remarcar que día de hoy todavía se utilizan los teléfonos fijos, ya sea en las empresas o en las casas de particulares que necesitan o están cómodos con este servicio. No se trata únicamente de usuarios con gusto por lo vintage sino de personas que son capaces de vivir con ambas tecnologías o bien personas mayores que se sienten más cómodos utilizando este servicio.

En España se alcanzó la mayor cifra de teléfonos fijos en 2008. En ese año se contaba con 20,5 millones de líneas. Sin duda, fue la década dorada de las líneas fijas y en todos los hogares había un teléfono.

No obstante y a pesar de lo que pueda parecer, esa cifra no ha experimentado una caída drástica. En 2017 el número de líneas todavía se mantenía estable con 19 millones de líneas. A día de hoy no hay ningún plan de eliminación de las líneas fijas por lo que su permanencia en el tiempo, al menos a medio plazo, está asegurada.

Es más, siguen apareciendo nuevas versiones como el teléfono inalámbrico con Bluetooth o el desarrollo de las pantallas, que no solo son cosa de los teléfonos móviles.

La evolución de los terminales fijos

Los primeros terminales fijos no tenían nada que ver con los que ahora nos encontramos. En la década de los 30 podíamos comenzar a prever cómo serían los aparatos en la actualidad pero no fue hasta los años 50 cuando adquirieron una estética más moderna. Aún así, estos no eran inalámbricos por lo que los usuarios se veían obligados a mantenerse junto al aparato para hablar por teléfono. A medida que los materiales se hacían más ligeros y se prescindía del cable, los teléfonos fueron haciéndose más funcionales y prácticos. Hubo un momento en que los teléfonos fijos y móviles guardaban cierta similitud.

La evolución de las pantallas también ha llegado al mundo de la telefonía fija. Ahora existen modelos inalámbricos planos con pantallas que ocupan prácticamente todo el aparato. Los más equipados cuentan con conexión Bluetooth para auriculares, altavoz manos libres, gran calidad de sonido y de micrófono, autonomía suficiente para horas y horas de conversación, alarma, calendario y agenda para contactos, entre otras. Pero también funciones que van más allá de lo que se podría esperar de un teléfono como, por ejemplo, monitor para bebés (aunque esto requiere la compra de dos terminales).

El sistema Bluetooth permite, entre otras cosas, sincronizar datos de contactos, fotografías o melodías. Es decir, conectarlo con tu móvil o con tu ordenador para que la información se actualice de forma automática. El sistema Bluetooth también tiene varias versiones, va de la 1.0 a la 5.0. Básicamente, la mejora consiste en una transmisión de datos más rápida y una tasa de transferencia más elevada. Te recomendamos que te fijes en este punto si vas a adquirir un teléfono fijo con Bluetooth.

Otra tecnología es el VoIP (Voz sobre Protocolo Internet), un sistema con el que hacer llamadas a través de la red. El audio se registra a través del micrófono y se transmite por red a otro aparato, que lo lee y puede reproducir esa voz. Es lo más parecido a un teléfono virtual que transmite las llamadas a través de una red IP.

Usuarios del teléfono fijo

Lógicamente, el teléfono fijo es empleado por muchos perfiles de usuario pero sí es cierto que es especialmente valorado el teléfono inalámbrico para mayores. Sobre todo por los avances y el camino recorrido por los desarrolladores en este sentido.

No solo las pantallas se han hecho más grandes, también las teclas para una marcación fácil dirigida a personas con una visión reducida en las distancias cortas. Muchas permiten hacer zoom sobre los números en la pantalla o ampliarlos o reducirlos según el tamaño deseado. La marcación automática también ayuda a hacer el proceso más sencillo.

También se ha pensado en la dificultad de escucha de las personas mayores por lo que estos teléfonos incorporan funciones como compatibilidad con el audífono, gran calidad de sonido y amplificador de volumen.

En comparación con la telefonía móvil los precios son muy bajos, incluso cuando hablamos de los más modernos. Las tarifas de las compañías telefónicas por las líneas fijas también son irrisorias, prácticamente suponen un regalo.

Los terminales son resistentes y duraderos y la totalidad de los que encontrarás en el mercado son inalámbricos. Además incluyen funciones novedosas y son verdaderamente prácticos para cierto tipo de usuario, especialmente las personas mayores.