Cuando estamos en proceso de amueblar un espacio, la cantidad de decisiones que debemos tomar suele abrumarnos, especialmente cuando se trata de muebles grandes como un sofá. Si te encuentras en esta situación y no te terminas de decidir entre si comprar un sofá o un sofá cama, sigue leyendo que te contamos lo que debes saber y te damos los mejores tips.

Ventajas y desventajas de los sofás y los sofás cama

Lo primero que debes tener claro para poder decidir correctamente son las ventajas y desventajas de cada uno. Por ejemplo, a los sofás tradicionales, generalmente, se los considera más cómodos. Como son muebles diseñados exclusivamente para ser un lugar cómodo en el que sentarse, hay una mayor personalización en términos de forma, tapizado, material y estilo. Además, su estructura tiende a ser más simple para facilitar el mantenimiento y prolongar su durabilidad. Otras dos ventajas no menores son que hay muchísima variedad de modelos y un mayor rango de precios. Pero, a pesar de todo esto, los sofás tradicionales carecen de la funcionalidad adicional de los sofás cama y ocupan un espacio fijo que no puede ser optimizado con otros objetivos.

Ahora pasemos a hablar de los sofás cama. Los sofás cama son una solución multifuncional que combina la comodidad de un asiento con la practicidad de tener una cama adicional. La mayoría de los modelos modernos cuentan con sistemas de apertura fáciles de usar y colchones de alta calidad, para hacerlos adecuados hasta para el uso diario.

En cuanto a sus desventajas, los sofás cama tienden a ser menos cómodos para sentarse en comparación con los sofás tradicionales, debido a que el diseño de su estructura interna debe incluir el mecanismo de apertura. Por último, su precio inicial suele ser mayor al de un sofá tradicional y la variedad de estilos o diseños, menor.

¿En qué situación o espacio es mejor un sofá?

Ahora que sabes las ventajas y desventajas de cada seguro, tienes una idea más clara de cuál te conviene más. Los sofás tradicionales son ideales para hogares con espacios amplios donde la prioridad es la comodidad y el diseño del salón. Por ejemplo, cuando ya se tiene una habitación de invitados. En otras palabras, la funcionalidad adicional de los sofás cama no es necesaria. Son una excelente opción para familias o grupos de amigos que disfrutan de hacer maratón de series o películas sentados en el sofá.

Los sofás también son una elección óptima en oficinas, áreas de recepción o salas de espera, donde el objetivo es proporcionar un asiento cómodo que sume a la estética del lugar.

¿En qué situación o espacio es mejor un sofá cama?

Un sofá cama es la opción perfecta para espacios reducidos o multifuncionales, como estudios, apartamentos pequeños o habitaciones destinadas a múltiples propósitos. En todos estos contextos, la capacidad de combinar una zona de descanso con una cama adicional es esencial para optimizar el uso del espacio.

Al permitir que un único espacio funcione tanto como sala de estar como dormitorio temporal, logras una solución práctica para recibir a familiares o amigos sin tener que asignar una habitación completa para dicho propósito. En hogares con adolescentes o jóvenes, un sofá cama es una excelente adición al dormitorio que les permite invitar a sus amigos, ya sea a pasar el rato o a dormir. También es una gran alternativa en segundas residencias o casas de vacaciones, donde el espacio suele ser limitado y la funcionalidad es clave para acomodar a más personas. Es decir, cuando la prioridad es maximizar el espacio disponible, los sofás cama son la mejor opción sin lugar a dudas.

Tips para elegir el sofá y/o sofá cama perfecto

Para este punto, lo más probable es que ya te hayas decidido entre comprar un sofá o un sofá cama, pero nosotros tenemos unos tips para que esa decisión sea aún más acertada y compres tu sofá o sofá cama perfecto.

Define tus necesidades principales

Antes de decidir, evalúa muy bien el uso que le darás al mueble. Recuerda que si no tienes mayores exigencias o necesidades en cuanto a espacio, los sofás tradicionales te serán suficientes. Pero, si tienes un espacio reducido y quieres poder alojar a una o varias personas, deberás elegir un sofá cama.

Estudia el espacio que dispones

Mide cuidadosamente el área donde colocarás el mueble que te compres para asegurarte de que, en caso de que se haga cama, esta entre perfectamente. Lo mismo con el sofá tradicional: lo ideal es que no entre muy justo para que puedas moverlo a la hora de limpiar o si decides modificar la distribución del salón.

Prioriza el confort

La comodidad es la parte central y vital de todo esto, no importa si lo planeas utilizar solo para sentarte o también para dormir. Si eliges un sofá cama que viene con colchón aparte, asegúrate de que este sea cómodo. Si es de los que no tienen un colchón aparte, sino que es el mismo asiento del sofá, prueba de armarlo y que no quede ninguna unión o bulto en la zona de la espalda. Esto es algo que suele pasar y que los hace muy incómodos para dormir.

Escoge materiales resistentes

Los sofás están expuestos al uso diario, así que selecciona telas fáciles de limpiar. Opciones como microfibra, cuero o tejidos antimanchas prolongarán la vida útil de tu inversión.

Verifica la funcionalidad

Si optas por un sofá cama, asegúrate de que el mecanismo de apertura sea fácil de accionar, que no requiera mucha fuerza ni, idealmente, mover el sofá de donde está. Algunos sofás cama requieren que los separes de la pared para bajar el respaldo y eso hace que en realidad ocupan bastante espacio.

Busca un diseño que encaje con tu estilo

No tienes por qué sacrificar la decoración de tu hogar; elige un modelo que combine funcionalidad y estética. Tanto los sofás como los sofás cama están disponibles en varios estilos. Si bien es cierto que hay más opciones de sofás tradicionales que de sofás cama, con un poco de paciencia seguro que encuentras un sofá cama de tu agrado.

Define tu presupuesto

Si sales a ver sofás sin un presupuesto en mente, lo más probable es que termines pagando más de lo que deberías. Establece un rango de precios fijo y una serie de no negociables, como el material o el tamaño mínimo. Así descartamos opciones automáticamente y decidir se te hará más sencillo.