Con motivo del próximo Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia del día 11 de febrero, hemos tenido la oportunidad de conversar sobre cómo fomentar vocaciones STEM con Lucía López directora de Relaciones Institucionales de Fundación ASTI, una organización dedicada a despertar vocaciones científico-tecnológicas en niños y niñas desde edades tempranas.

La Fundación ASTI tiene como misión principal potenciar y despertar vocaciones en las áreas científicas y tecnológicas, especialmente en niñas. En un mundo donde la brecha STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sigue siendo significativa, la labor de esta fundación es crucial para asegurar un futuro inclusivo y diverso en el ámbito tecnológico.

El Desafío de la Desafección Temprana

Uno de los principales desafíos identificados por la Fundación “es la desafección temprana hacia las ciencias y tecnologías” nos decía Lucía López y añadía “estudios realizados por la fundación revelan que, a partir de los 9 años, los niños y niñas comienzan a desconectarse de estas disciplinas, con un impacto más pronunciado en las niñas”. Esta desconexión viene acompañada de un incremento en la ansiedad hacia la resolución de problemas matemáticos, siendo más marcada en las niñas debido a una mayor autoexigencia.

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Hablamos de forjar vocaciones STEM en jóvenes con Lucía López directora de RRII de la Fundación ASTI

Estrategias para Combatir la Brecha de Género

Para abordar esta problemática, la Fundación ASTI ha implementado varias estrategias efectivas:

  1. Fomentar Referentes Femeninos: Es esencial que las niñas vean ejemplos de mujeres en el ámbito STEM, no solo aquellas con grandes logros, sino también aquellas que han superado desafíos y no siempre fueron las mejores estudiantes. Esto les muestra que es posible alcanzar el éxito sin ser perfectas en todo momento.
  2. Crear Ecosistemas de Apoyo: La fundación trabaja para crear entornos donde las niñas puedan desarrollar sus competencias tecnológicas sin sentirse excluidas o "frikis". Estos ecosistemas de apoyo permiten que se sientan acompañadas y comprendidas, facilitando su desarrollo en estas áreas.
  3. Talleres y Actividades Prácticas: A través de talleres en diferentes empresas, la Fundación ASTI permite a las niñas conocer y aplicar de manera práctica los conocimientos tecnológicos. Saber la aplicación real de conceptos como un tornillo es fundamental para mantener su interés y mostrarles el impacto práctico de la tecnología.

El Rol de las Familias y Centros Educativos

Es fundamental que tanto las familias como los centros educativos sean conscientes de su papel en este proceso. Las familias deben dotar a las niñas de las herramientas necesarias y los centros educativos deben evitar orientar automáticamente a las niñas hacia formaciones humanísticas cuando muestran ansiedad hacia las matemáticas o la tecnología. “La igualdad de oportunidades y el apoyo desde todos los frentes es clave para cerrar esta brecha de género” sentenciaba nuestra invitada.

Lucía López Directora RR II Fundacion ASTI: "A partir de los 9 años, los niños y niñas comienzan a desconectarse de las disciplinas STEM"

Conciencia Social y Tecnología

La conciencia social, innata en muchas mujeres, puede ser un gran impulso para su interés en la tecnología. Lucía López subraya que, “aunque carreras como la ingeniería biomédica están atrayendo a muchas mujeres debido a su componente asistencial, es crucial dar a conocer otras áreas de la ingeniería que también tienen un gran impacto social”. Muchas profesiones, como la ingeniería química o la ingeniería de producto, no son tan conocidas, pero pueden tener aplicaciones significativas en la mejora de la calidad de vida y en la solución de problemas sociales.

Falta de Referentes y Escenarios Conocidos

Uno de los problemas clave es la falta de escenarios conocidos y de referentes accesibles. No todas las chicas necesitan modelos de éxito extremos y al respecto Lucía comentaba que “es importante presentarles ejemplos de mujeres con trayectorias más comunes, que también han logrado grandes cosas en sus campos”. Contaba Lucía como ejemplo, la historia de una joven que, tras suspender física en bachillerato, cambió de rumbo y ahora está a punto de graduarse en física, “es una historia que puede ser muy inspiradora. Este tipo de relatos muestran que es posible superar obstáculos y tener éxito” afirmaba con rotundidad la directora de RRII de Fundación ASTI.

En la Fundación ASTI, se da mucha importancia a la educación en valores y al desarrollo de habilidades blandas (soft skills), como el pensamiento crítico, la adaptabilidad y la resiliencia. Estas habilidades son cada vez más demandadas en el mercado laboral y son esenciales para formar profesionales competentes y colaborativos. Destacaba Lucía que “según expertos en Recursos Humanos, las soft skills son lo que realmente marcan la diferencia en los candidatos, más allá de sus conocimientos técnicos”.

Programa Rural Robótica

Una de las iniciativas destacadas de la Fundación ASTI es el programa Rural Robótica, que lleva la robótica y la programación a entornos rurales. “Este programa trabaja con niños de primaria en centros rurales agrupados, que tienen la particularidad de agrupar a estudiantes de diferentes edades en el mismo aula” apuntaba Lucía López. El kit de robótica educativa utilizado tiene tres niveles de programación, lo que permite integrar estas diferencias de edad y nivel de madurez. Este programa se ha iniciado en Castilla y León y se está expandiendo a otras regiones, incluyendo Madrid.

La Fundación ASTI está haciendo un trabajo extraordinario para cerrar la brecha de género en STEM y para despertar vocaciones científicas y tecnológicas en niños y niñas. A través de programas innovadores, referentes accesibles y la promoción de habilidades blandas, están creando un entorno inclusivo y motivador. Su enfoque en el impacto social de la tecnología y en la educación en valores es fundamental para formar a la próxima generación de científicos y tecnólogos.