La competencia global en el desarrollo de la inteligencia artificial está dejando a Europa en una posición cada vez más rezagada, según advierte Salvador Mas, fundador de GPT Advisor, quien señala que la excesiva regulación europea está limitando severamente la competitividad del continente en este campo. "Está a por uvas", llega a afirmar.
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La competencia global en el desarrollo de la inteligencia artificial está dejando a Europa cada vez más rezagada, según el fundador de GPTAdvisor.
La sorpresa china y el proteccionismo estadounidense, desafíos de confianza y seguridad
El reciente desarrollo de modelos de IA por parte de empresas chinas como DeepSeek ha sacudido el panorama global. Paradójicamente, las restricciones impuestas por Estados Unidos a la exportación de componentes de Nvidia a China pueden haber tenido un efecto contrario al deseado.
"A China, el proteccionismo le ha agudizado el ingenio y ha conseguido sacar un modelo muy barato"
A pesar del código abierto de los nuevos modelos chinos, existe preocupación en el sector empresarial sobre su implementación. "Para poner este algoritmo, un algoritmo chino en el que vamos a dar información de nuestra entidad, hay que pasar por compliance y hay que pensárselo dos veces", señala el experto.
En cuanto a la implementación de la IA en el sector financiero, Mas destaca que el proceso es más lento de lo esperado debido a la regulación y la cultura empresarial. "En el campo del asesoramiento, donde la IA, sin duda, va a aportar muchísimo, es en la parte lingüística, porque al final son modelos de lenguaje", explica.
La crítica más dura se dirige hacia la aproximación europea a la IA. "El problema es la sobreregulación o la regulación de algo que no entiendes nada", afirma Mas, quien añade: "Para probar algunos modelos con mi empresa, que es una empresa europea, nos tenemos que ir a Estados Unidos".
La conclusión del experto sobre el futuro de Europa en el desarrollo de la IA es contundente: "Obviamente, nadie da un duro por Europa en esto, en la IA, por desgracia", sentencia, sugiriendo que el continente podría quedarse definitivamente rezagado en esta carrera tecnológica si no modifica su aproximación regulatoria.