El Banco de Inglaterra ha recortado los tipos de interés este jueves, del 4,25 al 4%, un mínimo que no se veía desde marzo de 2023.

Esta medida fue adoptada en una votación dividida en la que hubo cinco votos a favor, mientras que los otros cuatro responsables políticos han votado a favor de mantener los costes de endeudamiento dada la creciente preocupación por la elevada inflación.

La dificultad para llegar a un acuerdo ha obligado al Comité de Política Monetaria a celebrar dos votaciones sobre los tipos por primera vez en su historia.

Un Banco de Inglaterra dividido recorta tipos pese a la inflación

El Banco de Inglaterra baja tipos pero con mucho desacuerdo entre sus miembros.

La Inflación

La inflación ha ido en aumento desde el otoño pasado, y la lectura de junio, del 3,6%, ha superado una vez más las expectativas del Banco de Inglaterra, situadas en el 2%.

Aun así, el Comité no baja la guardia ante la posibilidad de que la aceleración temporal de la inflación pueda ejercer una presión alcista adicional sobre el proceso de fijación de salarios y precios.

A ello se suma que el mercado laboral británico se ha debilitado en los últimos meses, en parte debido a una subida de impuestos en el país y a la guerra comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, afirmaba en la rueda de prensa posterior que establecería la política monetaria de forma que “refleje nuestra evaluación del balance de riesgos y la fijemos con visión de futuro para que la inflación vuelva al objetivo del 2% de forma sostenible a medio plazo”.

Según los expertos, detener el proceso de recorte de tipos sería un duro golpe para la ministra de finanzas, Rachel Reeves, y el primer ministro, Keir Starmer, El ejecutivo británico ha tenido dificultades para cumplir su promesa a los votantes de acelerar el lento crecimiento económico británico.