El Banco Mundial anunció hoy un recorte de sus perspectivas de crecimiento económico para China de dos décimas este año, al situar su PIB en un 7,4 %, y de tres décimas en 2015, cuando prevé que aumente un 7,2 %.

El crecimiento del gigante asiático previsto por el BM para 2016 es de cuatro décimas menos, un 7,1 %, según indicó el organismo multilateral en la presentación de la revisión de sus previsiones para China.

Anteriormente, el BM preveía que China creciera un 7,6 % este año y un 7,5 % en 2015.

Por su parte, el Gobierno de Pekín pronostica que en 2015 el crecimiento económico se sitúe en torno al 7,5 %.

Los nuevos cálculos del Banco Mundial se basan en el incremento de los esfuerzos del Gobierno chino por reorientar su economía hacia un ritmo de crecimiento más sostenible y equilibrado.

"Los esfuerzos de las políticas para controlar el crecimiento del crédito, reducir el exceso de capacidad, internalizar el coste de la contaminación y endurecer los límites presupuestarios de las autoridades locales se han intensificado en 2014", señaló Karlis Smits, economista del BM y principal autora de la revisión, presentada hoy en una conferencia de prensa.

Smits añadió que estas políticas del Gobierno chino "son bien recibidas y ayudarán a situar el crecimiento en una senda más sostenible".

El documento señala que algunas medidas concretas de apoyo a la economía, junto con la recuperación de la demanda exterior, han ayudado a limitar la ralentización china, aunque destaca que la debilidad del mercado de la vivienda sigue siendo un lastre.

El mercado inmobiliario, que ha sido una de las bases del crecimiento chino de los últimos años, sigue acusando la política oficial de restricción del crédito y reducción del exceso de capacidad.

Chorching Goh, economista jefe para China del BM, añadió que "la clave a corto plazo residirá en el reforzamiento de la disciplina en el sector financiero", mientras que a medio plazo será necesario que el Gobierno mantenga el impulso de las reformas, algo que el Ejecutivo de Pekín asegura que hará.

Para la institución financiera con sede en Washington, un elemento especialmente importante será que Pekín trasvase recursos de sectores con exceso de capacidad y permita la desaparición de las empresas ineficientes, incluidas las de propiedad estatal.

Sin embargo, advierte de que ello requerirá un cuidadoso equilibrio para evitar un aumento del desempleo