La segunda mayor economía del mundo ha crecido un 7,3% entre julio y septiembre, ligeramente por encima de las previsiones (7,2%) pero por debajo del 7,5% del segundo trimestre, según ha informado el Buró Nacional de Estadísticas (BNE). El PIB total desde enero a septiembre ascendió a 41,99 billones de yuanes (5,36 billones de euros). Es el crecimiento del PIB más bajo desde el primer trimestre de 2009, cuando China creció al 6.2%.

La caída del mercado inmobiliario ha arrastrado a las manufacturas y la inversión. Sheng Laiyun, portavoz de la estadística nacional china afirma: "A pesar de un crecimiento lento, la economía nacional todavía funciona en un rango razonable. Bajo unas condiciones de una compleja situación internacional y la presión interna no es fácil para la economía  mantener un crecimiento estable."

La cifra reactiva las especulaciones sobre si China será capaz de conseguir el objetivo anual de crecer un 7,5%.

China también ha publicado los datos de producción industrial, que sube un 8% en septiembre. El dato supera las estimaciones y repunta desde los mínimos de seis años que tocó en agosto y que fue de una subida de un 6,9%. La inversión en activos fijos ha repuntado un 16,1% en los nueve primeros meses del año. En este caso sí quedan por debajo de lo previsto. Y las ventas al por menor repuntan un 11,6% en septiembre, ligeramente por debajo.