Francisco Ferreira, economista jefe para África del Banco Mundial. Entrevista realizada por Luis Vicente Muñoz, en el programa "Capital, la Bolsa y la Vida"

P.- Las informaciones que maneja el banco mundial sobre el impacto económico del Ébola en África, apuntan a la devastadora cifra 32 dos mil millones de dólares, a finales del 2015. ¿Cómo puede ser tan alto el daño económico, además del humano?

R.- Ese número no se refiere sólo a los tres países más afectados, sino que es una cifra estimativa para toda la subregión de la África occidental. Para los tres países más afectados, que son Liberia, Guinea y Sierra Leona, el impacto es mucho más bajo porque sus economías son más pequeñas. El impacto máximo podría ser del orden de 820 millones de dólares, pero cuando si el impacto se traslada hacia los países más grandes de la región, como Nigeria, Gana, Senegal, si no se contiene la epidemia, sí podría llegar a un total de 32 mil millones de dólares en dos años.

P.- Podría ser devastador. ¿Cómo calcula el banco mundial este impacto económico? ¿Qué tipo de medidas utiliza?

Utilizamos en primer lugar lo que yo llamaría inteligencia económica, con los datos de lo que está pasando ahora en los tres países más afectados: Liberia, Guinea y Sierra Leona. Tenemos información de cuanto han bajado las ventas de gasolina -en Liberia un 25 por ciento-; tenemos información sobre la caída en las ventas de cemento que anticipa lo que va a pasar con el sector de la construcción; tenemos datos sobre la tasa de ocupación en los hoteles; tenemos datos de vuelos cancelados… mucha información microceconómica que agregamos para construir el dato total. Para los países que no han sido afectados todavía, utilizamos un modelo con base publicada por académicos externos del banco sobre probabilidades de inflexión entre países utilizando patrones de vuelo. Con ello calculamos probabilidades de contagio entre los países y luego multiplicamos estas probabilidades por el efecto esperado en las economías. Insisto en que son estimaciones, porque la evolución de la epidemia es muy incierta en este momento.

P.- Este modelo predictivo, ¿serviría para calcular el riesgo y el posible impacto económico en otros países fuera de África?

R.- El modelo de los patrones de vuelo sí podría utilizarse para otros países, pero en este momento no estaríamos confortables con hacerlo ni siquiera para toda África. Lo utilizamos sólo para África occidental, para los países cercanos a la epidemia y aun así tenemos un rango de estimativas muy grandes debido a la incertidumbre.

P.- Se lo pregunto directamente porque en España se ha producido el primer caso de contagio fuera de África.

R.- Claro hemos seguido lo que ha pasado en Madrid con la enfermera, así como en Estados Unidos donde tuvimos el primer caso en Dallas. Lo que pasa con esos países es que tienen sistemas sanitarios muy fuertes, capaces de lidiar con el problema. Cuando nosotros calculamos el impacto en otros países, ajustamos la probabilidad por la capacidad que juzgamos que el país tiene para defenderse. En este sentido, podemos observar el papel que han jugado los gobiernos de Nigeria y Senegal donde también ha habido casos, pero no se ha extendido la epidemia. Esto hace que no hablemos de una tragedia mundial que nos va ha afectar a todos, porque nuestros sistemas de salud pueden lidiar con ello.

P.- Según el informe que usted ha presentado con el Banco Mundial, ¿qué tipo de ayuda pueden prestar el resto de los países a quienes tienen dificultades para contener la epidemia, en particular a Guinea, Liberia y Sierra Leona?

R.- En estos tres países lo principal que hay que hacer ahora es el tratamiento de las víctimas y la contención de la epidemia. Las dos cosas van juntas en el sentido de que la gran prioridad es incrementar el numero de centros de tratamiento y hospitales de campo, porque los hospitales que existen en esos países están colapsados. Se está mandando gente enferma de vuelta a la calle donde no sólo va a morir, sino que puede contaminar a otras personas. Por eso la prioridad es incrementar el número y los equipamientos necesarios para tener centros de tratamiento en esos tres países.

P.- ¿Esa petición incluye no sólo la ayuda técnica de profesionales, sino también ayuda económica concreta no? ¿Ha calculado el Banco Mundial cuanta inversión extranjera necesitarían estos países para detener o contener la epidemia?

R.- Estimamos que el coste fiscal total de la epidemia en esos tres países ha sido del orden de 400 millones de dólares, que es la misma cuantía que ha preparado el Banco Mundial para apoyarles. El banco tiene programas para atender la construcción de centros de tratamiento, de equipamiento, de salarios de los trabajadores del sector de salud. El ébola es muy cruel, porque puede matar a muchos de los que están trabajando con los enfermos: los enfermeros, los médicos…hay que reemplazarlos, protegerlos, hay que darles los equipamientos necesarios. Es el caso de la enfermera española que esperamos se recupere.

P.- Muchas gracias.