Lo ha confirmado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y ha anunciado que el Ejecutivo ha creado un gabinete de crisis tras conocerse el accidente de avión en los Alpes franceses. El Airbus A320 operado por Germanwings viajaba a Dusseldorf desde Barcelona con 144 pasajeros y 6 tripulantes a bordo. La mayoría eran ciudadanos alemanes, pero las autoridades francesas y españolas ya han confirmado la presencia de 45 españoles.

El presidente francés, Fraçois Hollande, ha expresado sus condolencias por el accidente del vuelo GW9525 y ha asegurado que se reunirá con el Rey de España, que está de visita en Francia, y las autoridades alemanas, para coordinar las actuaciones oportunas. Cree que, dadas las condiciones del accidente, no habrá supervivientes.



La vicepresidenta española ha expresado también la consternación del Gobierno y ha informado de que los ministros de Fomento, Ana Pastor, y de Justicia, Rafael Catalá, ya se han puesto en contacto con ella para el seguimiento del accidente y la adopción de las medidas necesarias.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cambiado su agenda y vuelve a Madrid. Ha expresado sus condolencias y ha hablado ya con la canciller alemana, Angela Merkel y las autoridades francesas.


El gestor del espacio aéreo español Aena confirmó que el avión había salido del aeropuerto del Prat, en Barcelona, a las 9:55 hora local. El Airbus A320 lanzó una llamada de socorro antes de estrellarse en el departamento de Alpes según la Dirección General de la Aviación Civil. Se trata de uno de los aparatos más antiguos de la compañía, con 24 años y llevaba en el grupo Lufthansa desde 1991, según la base de datos online airfleets.net.


El Gobierno francés afirma haber localizado los restos del avión a 2.000 metros de altura. El secretario de Transportes francés, Alain Vidal, ha declarado que el avión dio una señal de socorro a las 10:47 horas. Según la cadena France Info, el accidente ha tenido lugar en Val d'Allos, una zona de pistas de esquí. Algunos medios alemanes informan de que el avión pasó de de 30.000 (9.000 metros) a 6.900 pies (1.800 metros) en apenas nueve minutos.


El principal sindicato de los controladores aéreos franceses, SNCTA, que había convocado una huelga entre el 25 y 27 de marzo, ha decidido suspender su protesta tras el accidente.