En un momento de creciente tensión comercial a nivel mundial, China ha comenzado a responder a las medidas arancelarias impuestas por países occidentales. La reciente imposición de aranceles chinos a productos canadienses como el aceite de colza y la carne de cerdo, así como a ciertos productos estadounidenses, marca una nueva fase en esta batalla comercial global, mientras el gigante asiático enfrenta una preocupante deflación.
Según explica Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia-Pacífico de Natixis, la estrategia china se desarrolla en dos frentes que analiza en la Entrevista Capital, con Luis Vicente Muñoz.
Alicia García-Herrero analiza la respuesta china a la guerra comercial internacional: "China va a exportar sí o sí, con aranceles o sin aranceles".
Por un lado, está imponiendo aranceles de manera selectiva y limitada: "Llevan dos tandas. La primera poco dolorosa, productos energéticos que Estados Unidos no tiene por qué vender a China. La segunda un poquito más en el electorado de Trump... productos agrícolas, en resumen".
Sin embargo, la experta señala que la respuesta más significativa de China no son estos aranceles, sino su postura en el reciente congreso anual.
"China dice que le da igual las tarifas, que va a crecer lo mismo, el cinco por ciento, y que diríamos así ni se inmuta". Para lograr este objetivo, el país asiático ha anunciado más déficit fiscal y reducción de tipos de interés.
García Herrero destaca un punto crucial en la estrategia china: la aceptación de la deflación. "Ha reducido su tasa de inflación objetivo del tres al dos por ciento", señala, mientras los datos muestran una caída de los precios al consumo de 0,7% en febrero.
Según la economista, esto forma parte de una estrategia deliberada:
"China está diciendo que no le importa que sea negativo, que si tiene que reducir precios a la exportación para contrarrestar el impacto del proteccionismo y de los aranceles del mundo, lo hará"
Esta postura tiene implicaciones serias para Europa: "Significa que la competencia global por mercados de exportación va a ser aún más difícil porque China va a exportar sí o sí, con aranceles o sin aranceles".
Inundación de productos chinos en mercados sin aranceles
La economista advierte sobre las consecuencias para los países que no impongan barreras arancelarias: "El que no tenga aranceles se va a ver absolutamente inundado de producto chino porque va a ser aún más barato de lo que ya es".
China, con un superávit comercial previsto de un billón de dólares para 2024, está decidida a mantenerlo redirigiendo sus exportaciones hacia mercados más accesibles si es necesario.
Según García Herrero, el congreso chino no ha indicado ninguna intención de reducir la producción pese al exceso de oferta: "No han dicho que van a reducir la producción porque hay demasiados bienes que no consiguen exportar. No, que la van a seguir aumentando".