La criptomoneda más famosa del mundo suma una nueva jornada de recortes y cotiza este viernes por debajo de los 14.000 dólares, aunque ha llegado a perder los 13.000 desde los máximos históricos del pasado domingo, cuando se acercó a los 20.000 dólares. El bitcoin se deja cerca de un 30% desde entonces y registra su peor semana desde 2013, aunque sube un 1.200% desde el cierre de 2016.

A las ya constantes voces que alertan sobre los peligros de invertir en esta moneda virtual, se suman cada vez más las de quienes se lo plantean como alternativa de inversión. Sin embargo, las dudas se han reavivado esta semana ante las noticias de robos en algunas plataformas de Corea del Sur, el movimiento de algunos grandes inversores a favor de otras criptodivisas, como Bitcoin Cash, o las alertas de destacados miembros del mundo económico como Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón, quien decía esta semana que el bitcoin se utiliza de un modo especulativo.

En cualquier caso, a los habituales seguidores de esta criptomoneda no les extraña el movimiento bajista de la última semana. La volatilidad marca la pauta de su cotización desde el principio y, especialmente, en los últimos meses. Si bien es cierto que este otoño han predominado los movimientos alcistas, en noviembre el bitcoin ya sufrió una corrección del 30% en una semana después de alcanzar por primera vez los 10.000 dólares. Dos meses antes, también sufrió un recorte cercano al 40%. Como algunos expertos han explicado ya en Capital Radio este año, podría ser un activo que se mueve, precisamente, a base de burbujas.

De cara a 2018, el bitcoin podría recibir un nuevo impulso con su estreno en el mercado de futuros del Nasdaq, después de haberse estrenado este diciembre en el Cboe y el CME de Chicago.

La pregunta que muchos se hacen en este punto de la película es quién gana y quién pierde con estos fuertes movimientos. Hasta el momento, aquellos individuos que poseen una gran cantidad de bitcóines (ballenas) son quienes han demostrado capacidad para influir de forma considerable en el valor, aunque la llegada de un número cada vez mayor de inversores minoritas (sardinas) podría restarles algo de peso en el mercado.

Mientras vemos si finalmente se cumple o no ese pronóstico, los movimientos de los grupos fuertes, y bajistas, empiezan a preocupar dados los fuertes vaivenes que vive la criptodivisa en las últimas semanas. Los grandes tenedores de bitcoin pueden hundir los precios de un momento a otro vendiendo una parte consistentes de sus monedas digitales. Movimientos que llevan, por ejemplo, a la caída de las páginas web más famosas de intercambio de bitcoin en momentos claves de compraventa que dejan fuera de juego a ese grupo de nuevos inversores minoristas. Y mientras tanto, los grandes siguen ganando.