Los drones se han convertido en elementos esenciales para las operaciones militares modernas, desde reconocimiento hasta ataques de precisión, transformando el campo de batalla. En un nuevo episodio de Hablemos de Defensa y Seguridad analizamos el impacto de los UAV en escenarios reales y su evolución tecnológica con Ermengol Casanovas, CEO de Sitep y con Miguel Ángel de Frutos, Director y CTO de UAV Navigation Grupo Oesía. Ambos directivos explican el aprendizaje que suponen los escenarios bélicos actuales para los vehículos aéreos no tripulados. Señalan, además, que la efectividad de los drones en defensa trasciende el factor precio.

Hablemos de Defensa y Seguridad, una producción de IDS/Infodefensa Grupo Metalia en colaboración con TEDAE.

Hablemos de Defensa y Seguridad. Programa 126. La efectividad de los drones en defensa trasciende el factor precio

El CEO de Sitep y el Director de UAV Navigation Grupo Oesía analizan el impacto de los UAV (vehículos aéreos no tripulados) en escenarios reales y su evolución tecnológica

Ermengol Casanovas, CEO de Sitep, y Miguel Ángel de Frutos, Director y CTO de UAV Navigation Grupo Oesía
Ermengol Casanovas, CEO de Sitep, y Miguel Ángel de Frutos, Director y CTO de UAV Navigation Grupo Oesía

La omnipresencia de los drones en el campo de batalla

Miguel Ángel de Frutos destaca que "ahora mismo los UAV, los drones en todas sus facetas, tanto de identificación de objetivos, de señuelos o como sistemas de armas que pueden batir un blanco tanto en profundidad como cerca de donde se establece el contacto con el adversario, están a la orden del día". Esta realidad es particularmente visible en conflictos como el de Ucrania, donde "no hay día que no nos despertemos con una misión u operación por alguno de los dos bandos donde el factor UAV ha marcado la diferencia".

Desde Sitep, Ermengol Casanovas añade una perspectiva fundamental: "Los drones siendo aéreos son los que más vinculan esta ocupación debido a la precisión y capacidad de ataque que tienen. Es mucho más fácil tomar una posición terrestre utilizando drones que sin utilizarla". Este papel clave se extiende a todo tipo de operaciones militares, "ya sean de reconocimiento, de defensa, de ataque o de observación. Cualquier cosa que se te pueda ocurrir a nivel campo de batalla, los drones están ahí permanentemente".

Más allá del precio: el valor de los sistemas no tripulados

Respecto al factor económico, Casanovas explica como "un helicóptero tripulado puede costar entre 60 y 70 millones de euros, mientras nuestro dron, que es uno de los más caros del mercado, está en 700.000 euros. Además, hay que considerar el coste en vidas humanas si un helicóptero real es derribado, que es incalculable".

Sin embargo, advierte contra la trampa de considerar solo el precio: "Que un dron sea barato de fabricar y que te cueste poco dinero ser abatido no quiere decir que sea rentable a nivel táctico. Este dron puede cometer errores que son infinitamente caros por lo que representan para el propio usuario o humanamente con respecto a tu propio adversario".

Miguel Ángel de Frutos señala que no le gusta el argumento de que los sistemas no tripulados son más baratos. "Aquí hay que ver la efectividad. A lo mejor, si tengo que disparar cuatro, a la larga me sale incluso más caro que utilizar otro sistema de armas". El verdadero valor está en lo que denomina "el coste de cumplir la misión", que debe incluir consideraciones de seguridad y eficiencia.

Los drones como plataformas, no como armas

Un concepto fundamental que ambos expertos enfatizan es que los drones deben entenderse como plataformas versátiles, no como soluciones específicas. "Los drones como tal tienen que ser vistos como plataformas, no como armas en sí. Son las cargas de pago lo que realmente da la utilidad al drones", detalla Casanovas. Esta versatilidad permite que una misma plataforma pueda utilizarse tanto para fines militares como civiles, dependiendo de los sistemas que incorpore.

De Frutos complementa esta idea desde su especialización: "En UAV Navigation Grupo Oesía somos expertos en proveer de esta inteligencia que va a dar a los sistemas la capacidad autónoma. Yo digo de broma 'somos la U de la UAV'. Habrá alguien que ponga la plataforma, que ponga los motores, pero esta parte que va a permitir a la plataforma hacer frente a escenarios complejos, dinámicos y cambiantes, es lo que nosotros aportamos".

Ucrania como laboratorio en tiempo real

El conflicto en Ucrania ha transformado la forma en que se desarrollan y prueban estas tecnologías. Como señala De Frutos: "Si no estás ahora mismo en ese escenario, háztelo mirar. Es el playground donde estamos poniendo a prueba todas nuestras ideas, todos nuestros conocimientos, y se está depurando exactamente qué parte de la tecnología funciona y cuál no".

Esta realidad impone nuevos ritmos de desarrollo e implementación. "Lo que estamos aprendiendo en estos escenarios reales es que ahora no varía cada mes, varía cada día", explica De Frutos, quien destaca la capacidad de su empresa para responder "en menos de 48 horas a un cambio de tecnología de jamming o spoofing de sistemas contra UAVs".

Hacia el futuro: autonomía y colaboración

Ambos expertos coinciden en que la industria de defensa occidental debe evolucionar hacia modelos más ágiles. Por un lado, está la progresión hacia sistemas cada vez más autónomos. De Frutos explica la diferencia clave: "Un sistema automático sería aquel que hace decisiones simples de manera repetitiva, como el control de crucero de un coche. Un sistema autónomo hará frente a decisiones más complejas en un entorno cambiante".

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