Trabajadores y empresarios de empresas familiares impulsan el movimiento Damos la cara, una iniciativa con la que pretenden mostrar su compromiso para superar la actual crisis sanitaria y económica.

Más de 1.400 compañías y cerca de 1,4 millones de personas se han sumado ya para colaborar en el relanzamiento de la actividad económica y la recuperación del bienestar y del empleo de sus territorios.

Los protagonistas de este movimiento son las personas que conforman las empresas familiares en España, que representan en términos globales casi el 90 % del total del tejido productivo y el 67 % del empleo privado.

El movimiento nace al inicio de la crisis provocada por el covid-19. Varias asociaciones territoriales de empresa familiar propusieron visibilizar la actividad de sus socios para mostrar su apoyo ante los problemas sanitarios y económicos locales. Desde entonces, Damos la cara no ha dejado de crecer.

“Se trata de un movimiento ciudadano, social y no partidista que nace de la conciencia de que entre todos podremos recuperar el terreno perdido y de que, sin la aportación del sector privado, el sector público solo no podrá asentar las bases de un escenario sólido”, asegura Inés Rovira, directora de Asociaciones Territoriales y Fórum del Instituto de Empresa Familiar.

El movimiento Damos la cara se origina en las redes sociales, y se agrupa actualmente bajo el hashtag #DamosLaCara y en una plataforma web en la que se publican testimonios, logros y propósitos de este colectivo. En ella, todas las empresas que quieran sumarse al movimiento lo pueden hacer.