Una semana después del apagón eléctrico generalizado que sufrió la Península Ibérica el pasado 28 de abril, continúa la investigación sobre sus causas. Este lunes se reúne por tercera vez el comité creado por el Gobierno para analizar lo sucedido, presidido por la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, en la sede de Red Eléctrica de España.
Marcos Rupérez, profesor de OBS Business School, ofrece una visión crítica sobre la gestión informativa de la crisis. Según explica, se ha revelado que 19 segundos antes del apagón total se produjo un incidente previo, sumándose a otras dos graves oscilaciones del sistema eléctrico.
Marcos Rupérez, profesor de OBS Business School, analiza las causas y consecuencias del cero energético que afectó a la Península Ibérica.
Falta de transparencia en la información oficial
Para Rupérez, existe una clara falta de transparencia: "Nos dan la información con cuentagotas. Que ha habido una oscilación en la red 19 segundos antes, ok, ¿pero por qué ha habido esa oscilación? No lo sabemos". El experto se muestra contundente al afirmar que "en Red Eléctrica los técnicos saben qué ha pasado la hora siguiente, lo que pasa es que los técnicos no son los que han de comunicar el mensaje".
Respecto al comité creado para analizar las causas, Rupérez cuestiona su existencia: "A mi juicio, no debería existir ese comité porque en realidad para evaluar los problemas que tiene la red eléctrica existe una empresa pública que se llama Red Eléctrica y que los analiza". Añade que esta entidad "tiene toda la información, absolutamente toda al detalle, al milímetro y al segundo".
El concepto de inercia y la estabilidad de la red
El profesor explica que las oscilaciones en la red se deben siempre a alteraciones entre oferta y demanda. Lo más probable, según su análisis, es que alguna central de generación se haya desconectado por un problema interno, posiblemente en la zona de Extremadura, donde hay importantes instalaciones energéticas, incluyendo algunos de los parques fotovoltaicos más grandes de España.
Para entender el funcionamiento de la red eléctrica, Rupérez emplea una analogía esclarecedora: "Lo más importante para entender cómo funciona la red eléctrica es entender que es un milagro.
Porque en cada centésima de segundo en este país, todo lo que se está consumiendo se está generando en esa misma centésima de segundo".
Un concepto fundamental es el de "inercia" del sistema, que el experto compara con el peso de un vehículo: "Si el coche es un tanque, pesa mucho, por mucho que tú no estés avispado a responder al acelerador, si viene una cuesta la va a subir igual y no va a cambiar revoluciones del motor porque tiene inercia". Esta inercia en la red eléctrica la proporcionan los generadores tradicionales que giran físicamente: hidroeléctrica, gas y nuclear.
"En el momento en que la red se cayó teníamos, si no recuerdo mal, un 70% de eólica más solar. Es una red con muy poca inercia", señala Rupérez, aunque aclara que esto "no está mal, simplemente es una red menos preparada para un escalón de consumo grande".
El futuro del sistema eléctrico español
Ante la pregunta de cómo evitar futuros apagones, Rupérez menciona el reciente aumento de participación de BlackRock en Red Eléctrica, interpretándolo como un indicador de futuras inversiones: "BlackRock ha subido su posición porque lo que hay que hacer es reforzar la red y reforzar la estabilidad de la red".
El profesor concluye que es necesario un equilibrio entre precio y estabilidad: "Nos hemos preocupado hasta ahora solo del precio de la electricidad y hemos dejado un poco de lado a nivel sociedad la estabilidad de la red. Ahora la red se ha caído y va a volver al foco mediático.
¿Queremos pagar un poco más de precio e invertir más en la red? Pero queremos estabilidad".
Finalmente, Rupérez señala que existen soluciones tecnológicas para un futuro con más renovables, como la implementación de tecnologías "Grid Forming" que pueden generar frecuencia sintética, asegurando la estabilidad del sistema sin depender exclusivamente de las fuentes tradicionales.
El camino, según el experto, pasa por mejorar el mallado de la red y que los productores de energías renovables incorporen tecnologías más avanzadas que contribuyan a la estabilidad del sistema eléctrico.