La capital española sirve estos días de punto de encuentro entre las delegaciones de Estados Unidos y China. Desde este domingo y hasta el miércoles negocian en Madrid el futuro de sus relaciones comerciales.
Bessent visita España, ¿hemos "hecho las paces" con el mandatario?
Lideran las negociaciones el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng. Se trata de la cuarta ronda de negociaciones comerciales y en esta ocasión, se han reunido en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, encabezado por el ministro José Manuel Albares.
Además de temas económicos, sobre la mesa también hay otros asuntos como TikTok o la cooperación en la lucha contra las redes de lavado de dinero.
En lo que respecta a la guerra comercial, tratan de buscar un acuerdo antes de que termine la prórroga actual de la tregua entre las dos potencias, que se extiende hasta noviembre.
Aprovechando la coyuntura, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el de Economía, Carlos Cuerpo, se han reunido este lunes con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent.
También han acudido al encuentro el secretario de Estado y director de la oficina de Asuntos Económicos, Manuel de la Rocha, junto al representante de Comercio de EE.UU., Jamieson Greer.
En la reunión, el Gobierno de España ha recordado que la relación entre Estados Unidos y la UE es "la mayor del mundo" y que representa "el 30 % del comercio de bienes y servicios a nivel global", al tiempo que ha remarcado la voluntad de reforzar los vínculos existentes con el mercado de EE. UU.
Un punto clave ya que el pasado mes de abril, cuando Pedro Sánchez manifestaba su intención de acercarnos más a China, el propio Scott Bessent decía esto: “En España han hecho unos comentarios de que deberían alinearse más con China. Eso sería cortarse su propia garganta”.
El gasto en defensa
Aunque los intereses comerciales son la clave de estos encuentros, otro punto de tensión es el gasto en defensa.
El pasado mes de junio, Donald Trump amenazaba a nuestro país, en relación al gasto en defensa. El objetivo de la primera potencia mundial es que los miembros de la OTAN gasten el 5% de su PIB en defensa.
Los 32 miembros de la alianza atlántica acordaron alcanzar para 2035 ese nivel. Por su parte, Pedro Sánchez firmaba la declaración, pero decía que solo vamos a llegar al 2,1% del PIB en gasto en defensa. Algo que no gustaba mucho al mandatario estadounidense, que aseguró en ese momento que obligaría a España a pagar el doble.