El Banco de España ha presentado su informe anual en el que apuesta por subir el IVA y los impuestos especiales en línea con lo que ha propuesto el FMI. El supervisor recuerda que los objetivos de déficit planteados son "exigentes", lo que podría hacer necesario reforzar el plan de consolidación fiscal con actuaciones complementarias si se producen riesgos de desviación. Por el lado del gasto público, se inclina por asegurar la eficacia de los planes de racionalización ya instaurados y por revisar en profundidad distintas partidas para priorizar las que tienen más impacto sobre el crecimiento, aunque no especifica cuáles.

Por el lado de los ingresos, resalta la necesidad de "reconsiderar una nueva estructura impositiva" que permita obtener recursos de forma estable para financiar el nivel de gasto público. En este sentido, cree que "podría considerarse aumentar el peso relativo de la imposición indirecta", con una ampliación de las bases del IVA, un incremento de los Impuestos Especiales y cambios en la fiscalidad medioambiental. "Resulta crucial que tanto la composición del ajuste del gasto como la revisión de la cesta de impuestos se diseñen tratando de minimizar los posibles efectos adversos sobre el crecimiento a largo plazo de la economía", sostiene.

Por otro lado y aunque admite que los logros en materia de déficit han sido "significativos" estos años, recuerda que la mayoría de las comunidades sobrepasó su objetivo en 2014, lo que "obliga" a avanzar en nuevas vías de mejora de los procedimientos existentes para controlar el cumplimiento.

CRECIMIENTO DE ESPAÑA

El Banco de España analiza también en el informe el impacto de la crisis en el crecimiento potencial de la economía y asegura que las estimaciones disponibles proyectan una tasa inferior a sus pautas históricas. En concreto, cree que la tasa potencial podría haber pasado del 3% que marcaba entre 1983 y 2007 a un cifra inferior al 1% durante la crisis. De cara al futuro, el supervisor asegura que las estimaciones disponibles proyectan una recuperación de la tasa hasta cerca del 1,5% en promedio entre 2014 y 2026. En términos per cápita, el crecimiento medio previsto sería también del 1,5%, por debajo del 2,2% estimado para el período 1983-2007.

En cualquier caso, avisa de que las perspectivas de crecimiento futuro de la economía estarán condicionadas por un conjunto de factores como la evolución demográfica, el elevado nivel de desempleo y su persistencia y el impacto del proceso de desapalancamiento público y privado, entre otros.

CONTRATACIÓN INDEFINIDA

El Banco de España cree que el mercado laboral, aunque se está recuperando, presenta aún desequilibrios que hay que solventar, como el incremento de los contratos temporales frente a los indefinidos, y la desigualdad en las tasas de paro entre las diferentes regiones. A su juicio, ello evidencia la necesidad de reducir la brecha entre el coste del despido de los contratos indefinidos y de los temporales, para incentivar los primeros, y revela "ineficiencias" en el sistema de prestación por desempleo. Así lo indica en el Informe Anual 2014 en el que señala, de entrada, que las bonificaciones existentes para relanzar la ocupación están teniendo un coste "muy elevado" y un éxito cuanto menos "incierto".

Por otro lado, el Banco de España asocia el aumento de la productividad de las empresas tanto al grado de competencia existente como a su tamaño. En este punto, considera que "una parte importante de las regulaciones de los mercados tiende a limitar la competencia mediante la restricción de los flujos de entrada y salida de empresas".