Nos acercamos a la serie Succession, más allá del punto de vista cinematográfico, ya que la serie tiene importantes lecciones empresariales. Hoy definimos una de ellas, ¿qué es la píldora venenosa?
Hoy ponemos el foco en la serie Succession y en un concepto empresarial que aparece en escena… la píldora venenosa.
Jesse Armstrong, creador de Succession, se encuentra esta semana en Barcelona, en el Serielizados Fest que se celebra en la ciudad condal.
Una serie que no ha dejado indiferente a nadie, con aires Shakesperianos y matices de tragedia griega, retrata el proceso de elegir a un sucesor para un entramado empresarial que representa el más puro estilo american way of life.
Además, es toda una lección de lo que ocurre en los entresijos empresariales y legales de una gran multinacional de medios y entretenimiento. Aunque los creadores suelen lanzar balones fuera, todo indica que la ficción está inspirada en Rupert Murdoch, presidente de Fox News.
En la serie aparecen muchos conceptos que merece la pena analizar desde el punto de vista bursátil y empresarial y uno de ellos es la píldora venenosa o píldora envenenada.
Logan Roy tratar de negociar con otro magnate que ha lanzado una OPA hostil para hacerse con su compañía y nombra esa estrategia.
¿Qué es, por tanto, la píldora envenenada o venenosa?
Se trata de una medida de defensa que toma una empresa para dificultar una compra mediante una OPA hostil y que se pone en marcha al comprar la empresa.
Mediante esta táctica, se especifica la participación máxima que un accionista puede acumular. Para conseguir limitar esa cantidad de títulos de forma efectiva, se diluyen las participaciones de aquellos que superan el límite. ¿Cómo? Mediante la emisión de acciones adicionales gratuitas o con grandes descuentos para los demás accionistas.
Un ejemplo reciente de puesta en práctica de esta estrategia se dio en Twitter, antes de la compra por parte de Elon Musk.
Un día después de que Musk oficializara su oferta para hacerse con el control de la red social, el consejo de administración aprobó de forma unánime ese plan para activarlo en caso de que algún accionista acumulase más de un 15% de los títulos.
Finalmente no hizo falta porque, tras muchos vaivenes, Musk negoció con la compañía y llegaron a un acuerdo para hacerse con el control de la misma. La compró por 44.000 millones de dólares, 54,20 dólares por cada título.