El camino hacia la descarbonización cuenta con un nuevo e inesperado aliado: las macroalgas marinas. Así lo demuestra MacroCarbón, una pequeña startup canaria que ha desarrollado una tecnología innovadora para cultivar macroalgas a gran escala y transformarlas en combustibles sostenibles y otros productos industriales.

Mirian Arellano, directora de Operaciones, ha expuesto los detalles de este prometedor proyecto que no solo busca reducir emisiones, sino también capturar el CO2 ya presente en la atmósfera.

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Con Mirian Arellano, directora de Operaciones de MacroCarbón.

Una solución escalable basada en el océano

La ventaja competitiva de esta solución es clara: se puede implementar en el océano, que representa el 70% de la superficie del planeta, sin competir por espacio terrestre. "Esta solución se podría escalar y replicar en otras partes del mundo", señaló la directiva.

"Somos una startup pequeñita de Canarias que está produciendo combustibles sostenibles a partir de macroalgas a gran escala", explicó Arellano. La clave de su propuesta radica en el cultivo del sargazo pelágico, un tipo de macroalga flotante con extraordinaria capacidad para capturar carbono.

La empresa ha diseñado granjas flotantes para cultivar estas algas, con una capacidad de secuestro de carbono impresionante: "12.000 toneladas de dióxido de carbono por kilómetro cuadrado por año", según detalló Arellano. Actualmente cuentan con una granja piloto en el puerto de Las Palmas.

Del mar a la industria: productos de alto valor

El proceso desarrollado por MacroCarbón es notablemente eficiente: el 88% del carbono capturado por las algas termina en productos finales con valor comercial. La directora de operaciones destacó que su principal mercado se encuentra en los combustibles sostenibles, especialmente el combustible de aviación (SAF), biodiesel y biogás.

"No solamente evitamos emisiones porque capturamos el CO2 con las algas que luego acaban en estos productos, sino que también hay una parte del Carbon Black y el Biochar que se puede secuestrar permanentemente"

Respecto a la viabilidad económica, MacroCarbón proyecta alcanzar precios competitivos. "El precio actual del SAF son unos 2.500 € la tonelada y nuestro precio a escala comercial sería competitivo. Además, si incluimos la adicionalidad financiera de los créditos de carbono, seríamos incluso competitivos con los combustibles fósiles", afirmó.