La recién aprobada Ley de Movilidad Sostenible ha generado un debate profundo sobre el futuro del transporte en España. Alfonso Sánchez Vicente, CEO de EMT Madrid; Rafael Barbadillo, presidente de Confebus; y Juan Jesús Sánchez, director general de Disfrimur, han coincidido en valorar positivamente la existencia de una ley marco, aunque señalan importantes desafíos pendientes, especialmente en materia de financiación y adaptación tecnológica.

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EMT Madrid, Confebus y ASTIC analizan los desafíos de la nueva Ley de Movilidad Sostenible y coinciden en que el futuro pasa por combinar distintas alternativas energéticas.

Una ley necesaria pero mejorable

"Es positivo que haya una ley de movilidad. Todas las lagunas que pueda haber y todos los temas pendientes de definir, pero es evidente que es bueno que haya una ley de movilidad sobre la que empezar a trabajar", afirma Alfonso Sánchez Vicente. Sin embargo, el CEO de la EMT Madrid expresa su preocupación por la financiación:

"La aportación que hace el Estado al transporte público en general es baja. Nosotros en la Comunidad de Madrid seguimos con los 127 millones de euros que vienen desde que yo era gerente del Consorcio allá por el año 16"

Rafael Barbadillo destaca que la ley "consagra el sistema concesional, el modelo de transporte que tenemos en España que permite precisamente conectar todo el territorio nacional". El presidente de Confebus recuerda que "8.000 poblaciones diariamente se conectan con el autobús. Es el único modo de transporte que llega a todos los sitios".

Uno de los temas más debatidos ha sido la estrategia de descarbonización. Juan Jesús Sánchez es contundente sobre el enfoque necesario: "Hoy utilizamos cinco energías, hemos probado la sexta, la de hidrógeno". El director general de ASTIC señala que "van a convivir durante un tiempo seis tecnologías en la movilidad".