La transición energética mundial se encuentra en un punto crítico mientras la meta global de limitar el calentamiento a 1,5 grados se diluye. Los expertos señalan que el desafío ya no es solo tecnológico, sino también político, financiero y de infraestructura.
En el programa Ondas
del Viento realizamos una radiografía del estado de la Transición Energética mundial y del papel que tiene la eólica en conseguir un futuro más sostenible con Carlos Albero, director de DNV, y Juan Rivas, director de Grandes Cuentas Renovables de Bureau Veritas.
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Análisis con Carlos Albero, director de DNV y Juan Rivas, director de grandes cuentas renovables en Burean Veritas.
El panorama global de la transición energética
"Los resultados de nuestra encuesta son un poquito más pesimistas que los del año pasado", afirma Rivas sobre el Informe Global de Transición Energética 2025 elaborado por Bureau Veritas. Entre los principales obstáculos identificados destacan "los problemas con las redes y los problemas con los permisos y la regulación".
Un hallazgo relevante del informe es la necesidad de invertir en el Sur Global. "El 85% de la inversión en energías limpias la tenemos en los países desarrollados. Y, sin embargo, en los países en vías de desarrollo solo tenemos el 15%, cuando representan casi dos tercios de la población mundial", explica Rivas.
España: incertidumbre y oportunidades
Por su parte, Carlos Albero analiza la situación española a través del informe "La ruta hacia la descarbonización de España". "Lo que estamos viendo, en general, es mucha incertidumbre en el mercado", señala Albero. A pesar de que los precios eléctricos ofrecen buenas perspectivas para rentabilizar inversiones, "se percibe en el ambiente que hay otros puntos, como las nuevas regulaciones de código de red, el mercado eléctrico o el precio capturado en el caso de la fotovoltaica, que hace que ese afán inversor que siempre ha tenido el mercado español esté ahora en un punto de incertidumbre".
Respecto al crecimiento realista para las renovables, Albero indica que la eólica ha instalado aproximadamente un gigavatio anual en los últimos cinco años, mientras que la fotovoltaica ha superado los cinco gigavatios y medio. Sin embargo, "de acuerdo al PNIEC, todavía estamos muy lejos de esas cifras", afirma, sugiriendo que España tiene capacidad para exceder los dos gigavatios anuales en instalación eólica.
Las barreras para el desarrollo renovable
Según el informe global de Bureau Veritas, existen cuatro grandes frenos para la transición energética identificados con amplio consenso:
"La primera es la de las redes, que sigue siendo año tras año la estrella, por desgracia, de los frenos a la transición energética", explica Rivas. "El segundo sería el tema de la tramitación de los permisos, que seguimos sin avanzar. La tercera serían los problemas con la cadena de suministro, tanto los problemas de aranceles, la guerra económica, como los problemas de materiales. Y la cuarta sería la escasez de talento”.
Acciones para acelerar la transición
El informe de Bureau Veritas propone varias acciones concretas para acelerar el proceso: "Acelerar y facilitar los permisos de tramitación para todos los tipos de proyectos renovables, invertir en redes, movilizar capital para inversiones en países en desarrollo, utilizar la inteligencia artificial para desbloquear el acceso a red de líneas ya existentes, y fomentar el tema de las baterías a nivel global para mejorar la flexibilidad en la red", enumera Rivas.
El futuro de la eólica en España
A pesar de los desafíos, los expertos mantienen una visión optimista sobre el futuro de las renovables en España y Europa. "En Europa hay una voluntad política de la Unión Europea de avanzar en este sentido", afirma Rivas. "Marca unas rutas, unas directivas, unas políticas, unos objetivos que todos los países intentan trasponer y seguir".
Albero destaca el potencial específico de la eólica: "Tiene mucha mejor complementariedad con la demanda, mejor penetración hacia el mercado eléctrico, y el factor de precio capturado que afecta tanto a la fotovoltaica no afecta de la misma manera a la eólica". Añade que "tenemos muchos emplazamientos todavía por explotar, tenemos mucha disponibilidad de espacio".
